Ayudó a que Francisca Merino escondiera su embarazo para su matrimonio con el ingeniero Claudio Labbé. Aconsejó a María Alberó a escoger el tono adecuado para casarse con Iván Zamorano. Le envió a Cecilia Bolocco el modelo transparente con que impactó en el Festival de Viña. Le pasó dos diseños en cuero, uno plateado y otro crema, para que la modelo Estela Mora se casara con el roquero Beto Cuevas. Y Rubén Campos tene historias que contar. Anécdotas sobre las novias que más flashes han acaparado en el espectáculo. Y ahora que el diseñador prepara el lanzamiento de su nueva colección en el ciclo Santiago D'Moda, el próximo lunes 17 de agosto en el Hotel Sheraton, Campos comenta anécdotas y adelanta Gris marengo, la línea de otoño invierno 2010 con que vuelve a las siluetas de las divas de antaño.
El favorito de modelos, animadoras, actrices, figuras sociales y de la mujer de Leonardo Farkas, que le compra por docenas, dice que su próxima apuesta "es para todas las mujeres que quieren verse glamorosas, femeninas, que le guste verse bien y lucir lo que han gastado en gimnasio, en cirugía y que quieren mostrar su figura".
Explica que la inspiración viene "del estilo y la silueta de los años 40 y 50, de la elegancia del twin set -conjunto de top y chaleco en el mismo tono-, de las polleras tubo, acinturadas y en tonos muy nobles".
Y mientras cuida el jardín de su casa en Maitencillo, el diseñador que tendrá un escuadrón de maniquís en su show -desde Carolina de Moras a Renata Ruiz-, comienza su relato con una risa para confesar que con él no hay divas. Que aceptan su propuesta o la dejan. "Porque yo no estoy para convencer a nadie", advierte.
Cecilia Bolocco:
"¡Nunca pensé que se atrevería"
"¡Nunca pensé que Cecilia se iba a atrever! Yo estaba en Maitencillo y cuando me llamó por teléfono para contarme que se iba a poner el vestido transparente di un grito. ¡Lo único que quería era verla!", recuerda Campos cuando Bolocco apareció en la gala del Festival de Viña de 2007. "Ella se convenció sola. Yo sólo le envié los modelos, todos le quedaban maravillosos", dice.
María Alberó:
El modelo "6019" del matrimonio con Zamorano
Cuando María Alberó se casó con Iván Zamorano, en enero de 2005, "ella no quería ir de blanco, porque era segundo matrimonio y tenía su hija, y a estas alturas da lo mismo que se casen de blanco o del color que sea, porque antes era por lo virginal, pero ya nadie se casa virgen", recuerda Rubén Campos. "El traje de María era en beige, y yo digo 'le voy a hacer un 6019', porque es el número que tiene ese tono en la carta de colores", relata. "El vestido parecía una flor, abajo tenía unas medusas de organza y ella estaba increíble".
El diseñador también destaca los dos modelos en cuero, uno plateado y otro marfil, que Estela Mora se puso para su casamiento con el rockero Beto Cuevas. "Estela es muy atrevida... Y yo también", asegura.
Angélica Castro:
El diseño que todas copian
Dice que Sisi, la emperatriz, fue una de las inspiraciones para el vestido de novia que en 2002 le hizo a Angélica Castro para su matrimonio con Cristián de la Fuente. "Era una belleza y todavía llegan clientas que me dicen 'quiero casarme con un traje igual a ese... Tenía unos pétalos de organza que parecía que eran una nube, que volaban con la menor brisa. Y creo que ese es el vestido que más me han pedido", afirma Campos.
Ni siquiera hubo tantas pruebas con la novia, que casi pierde el traje entre los empujones y tirones de la multitud de curiosos que se reunió afuera de la Iglesia. "Mis clientas nunca se prueban muchas veces, confían en mí. Yo les digo 'esto es, probémoslo' y se hace el vestido", explica el autor.
Francisca Merino:
El traje que escondía el "secreto"
"La idea era que no se le notara el embarazo, porque nadie sabía", confiesa Campos sobre la pollera con cientos de vuelos que Francisca Merino encargó para su matrimonio con el ingeniero Claudio Labbé, en agosto de 2002. "Ella quería un vestido romántico, muy de novia, y se veía maravillosa con esa falda llena-llena de tul. El volumen gigante que tenía la hacía verse mucho más pequeña hacia arriba... Necesitaba esa pollera espectacular, se veía muy linda y no se le notaba nada ¡Fue genial!", comenta el modisto preferido de la actriz que incluso después de casada y con varios meses de embarazo, se negó a confirmarlo cuando le preguntaron en un estelar. Además, en ese trabajo Campos utilizó uno de sus secretos: "Cuando eres baja, llevas una falda muy grande y te pones unos buenos tacos y eso te enlatece un montón".