Las siamesas, María Paz y María José Paredes Navarrete pasaron una buena noche, pero continúan inestables y en estado crítico, internadas en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de niños Luis Calvo Mackenna, donde el pasado martes 13 de diciembre fueron separadas exitosamente en una extensa operación.
De las dos, María José es quien se encuentra más complicada debido a una cardiopatía, y ha tenido que ser reanimada en tres oportunidades, dos veces el jueves y una ayer en la tarde por una bradicardia. La menor tiene una baja frecuencia en los latidos del corazón, razón por la cual se debe monitorear su estado y reanimarla cuando es necesario.
Su hermana María Paz, en tanto, continúa con problemas renales y necesita apoyo hemodialítico, lo que le permite reemplazar la función de los riñones. Este tratamiento "se puede prolongar por varios días", según el parte médico entregado por el centro asistencial.
Durante el día de ayer los médicos señalaron que si bien las niñas se encuentran graves, es una situación que estaba dentro de lo esperado, y que continúan con un "eventual riesgo de fallecer".