Entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de julio de 2017, al Ministerio Público han ingresado 81.171 denuncias por delitos de abuso sexual, según un oficio al que accedió La Tercera, entregado por la Fiscalía Nacional al Congreso, a partir de la petición del senador y candidato presidencial Alejandro Navarro.
Según el documento, el 69% de las denuncias (55.912) tiene como víctima a menores de 14 años, mientras que el 31% (24.903) afecta a mayores de esa edad. Para los 356 (0,4%) casos restantes, correspondientes a abuso sexual calificado (con introducción de objetos o uso de animales), el Código Penal no diferencia el rango etario de las víctimas (ver infografía).
De acuerdo a la prefecto Claudia Domínguez, jefa de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la PDI (Brisexme), los abusos a niños y adolescentes ocurren entre los cuatro y 16 años. Y en la mayoría de los casos, sostiene, la vulneración se produce en la estructura de familiares o cercanos a la víctima.
Entre las casi 56 mil denuncias por abuso de menores de 14 años, la legislación diferencia entre abuso sexual con contacto corporal (34.867 casos) y abuso sexual impropio (28.207). Este último corresponde a aquel en que el abusador se satisface mediante fotografías, videos o en directo, a través de desnudos o exhibición de los genitales, pero sin contacto físico.
Según Domínguez, con el nivel de avance que presenta la tecnología, aumentan los riesgos de grooming, conducta en la que un adulto intenta ganar la confianza de un menor de edad para abusarlo sexualmente.
Los 24 mil casos que involucran a mayores de 14 años consideran el abuso sexual con circunstancias de violación (13.595 casos), a adolescentes entre 14 y 18 años con circunstancias de estupro (4.146) y abuso sexual impropio a menores entre 14 y 18 años (7.162).
Por regiones, pese a tener Aysén el menor número de denuncias, sí posee la tasa más alta de delitos, con 724 casos por cada 100 mil habitantes. Le siguen Arica y Parinacota, con 649; Los Lagos, con 574, y Tarapacá, con 571. En tanto, la Región Metropolitana posee la menor tasa de casos, con 404 denuncias.
Para Navarro, se trata de "un problema oculto, una verdad incómoda", ante la cual, asegura, "sólo cabe tener políticas públicas de prevención, en estrecha colaboración con la familia y la escuela, y ello claramente no está ocurriendo".
Tipos de agresores
De acuerdo a la prefecto Domínguez, bajo estas cifras existen tres tipos de agresores: el intrafamiliar, el cercano y el desconocido.
En este sentido, detalla que el agresor intrafamiliar es aquel que habita bajo el mismo techo y mantiene un vínculo consanguíneo o un rol de derecho hacia la víctima, como el caso de padrastros.
"Ellos utilizan la intimidación y la amenaza. Se aprovechan de su rol, ya sea la parte económica o habitacional", explicó.
En los agresores conocidos, advierte que entran vecinos y familiares del entorno, quienes "actúan a través del encantamiento de la víctima y se aprovechan de la cercanía que tienen con la familia y el niño".
"Los abusos de conocidos e intrafamiliares se guardan en el tiempo o se revelan con años al hecho", asevera.
Sin embargo, la jefa de la Brisexme sostiene que cerca del 50% de las denuncias pueden ser falsas, aunque destaca que nunca es porque el niño lo esté inventando. "El menor no miente, pero a lo mejor los padres malinterpretan los hechos. Como, por ejemplo, una irritación que se deba a falta de higiene", señaló.
En el caso de los agresores desconocidos, la experta dice que ellos actúan de acuerdo a una oportunidad que se da en la vía pública.
"Ejercen la intimidación y la fuerza física. Mientras la develación es rápida y cercana al tiempo de agresión", explica.
Este tipo de ataque se daría a partir de los 12 años, dado que desde esa edad -asegura Domínguez- "los niños ya andan solos en la calle, donde circula más gente y no hay protección".