En marzo de 2002, Pelé, el ex astro del fútbol, regresó al Maracaná, aunque esta vez para filmar la publicidad de un nuevo medicamento: el Viagra, una pastilla capaz de curar la disfunción eréctil (DE).

El medicamento, creado por el laboratorio Pfizer cumplió el 27 de marzo 15 años en el mercado mundial, iniciando una nueva revolución sexual.

Hasta antes de su invención, la DE sólo era tratada con dolorosas inyecciones intrapeneanas, prótesis instaladas con cirugías y bombas de vacío que dejaban en evidencia la dificultad masculina.

La pastilla llegó a ser portada de la revista Time. Personalidades del mundo político, deportivo y artístico reconocían tomarla. El secreto de muchos hombres ya tenía solución y se atrevían a hablarlo, un fenómeno que también llegó a Chile: cinco meses después de la apobación en EE.UU., el Instituto de Salud Pública (ISP) permitió su comercialización, iniciándose la revolución criolla.

Según el laboratorio Pfizer, en 2012 se vendieron 7.494.000 pastillas para la DE en el país . De ellas, 51 mil son Viagra y casi seis millones genéricos del sildenafil, el principio activo del fármaco.

Según la Agencia Nacional de Medicamentos del ISP, a la fecha existen 73 genéricos del sildenafil, que se suman a las dos presentaciones de Viagra. Además, existen 10 versiones de vardenafilo (otro principio activo de efectos similares), otras tres para taladafilo y seis para la apomorfina. Casi un centenar de medicamentos con precios entre los $ 1.000 y los $ 6.000 por tableta.

Según el IMS Health Chile, entre marzo de 2012 y febrero de este año se comercializaron 7.599.395 dosis de remedios para la DE. De ellos, 5.933.963 fueron sildenafil.

Para el urólogo de la Clínica Alemana, Alberto Bustamante, el primer impacto de Viagra fue que por primera vez los chilenos reconocieron tener dificultades en la erección. "Los pacientes comenzaron a transparentar sus problemas. Les dio confianza para ir al médico, consultar y pedir tratamiento", dice. Recuerda que al principio hubo gran difusión entre el cuerpo médico. "Los pacientes decían sentirse cómodos y su uso se naturalizó a tal punto que hoy es algo frecuente".

El jefe de urología del Hospital Clínico de la U. de Chile, Raúl Valdevenito, dice que hubo un aumento importante en los pacientes que llegaban a la consulta después del lanzamiento. Para la mayoría, el tratamiento oral fue la solución y sólo un pequeño porcentaje continuó con los tradicionales.

Pero la revolución no sólo fue sicológica, sino, también médica. Valdevenito explica que ya no fue necesario hacer largos estudios de riesgo cardiovascular y exámenes invasivos. "Ahora sólo medíamos algunos signos y se recetaba la tableta". Además, en comparación al costo de los exámenes, la cirugía y las inyecciones, el Viagra es infinitamente más barato y con escasos efectos colaterales. "Sólo los pacientes que toman nitritos como parte de su tratamiento coronario no deben consumirla", señala.

Jóvenes y placebo

Aunque en teoría Viagra y sus genéricos requieren receta para su compra, en la práctica no ocurre. Eso ha provocado que los jóvenes se hayan convertido en uno de los consumidores favoritos del fármaco, aun cuando la mayoría no lo necesita y los efectos buscados no son tales.

"Los jóvenes lo toman para reforzar su autoestima, para una mejor performance o para un período menor entre una primera y una segunda relación", explica Bustamante.

Pero los expertos aseguran que no tiene mayor efecto en una persona sana. Para el director del Centro Chileno de Sexualidad, siquiatra Gabriel Dukes, el consumo juvenil se ha vuelto un problema. "Lo usan como ayuda sicológica frente a una relación sexual que les produce ansiedad o angustia y como les funciona como placebo, después les da miedo dejarlas", dice.

Dukes también dice que si bien la pastilla solucionó el problema de millones de hombres, también trajo una visión mecánica de la sexualidad, de la que se desconoce la dimensión emocional. "Provocó una verdadera revolución e hizo que los problemas de sexualidad se vieran casi como una cuestión hidráulica, de llenado. Se simplificó el concepto de la sexualidad", critica.