Cuatro cuerpos de adultos y dos de niños fueron retirados hoy desde los escombros de ocho casas aplastadas por un deslizamiento de tierra en la localidadd de Jamapará, del municipio de Sapucaia, al interior del estado de Río de Janeiro. Bomberos y rescatistas recorrieron el lugar del siniestro con  ayuda de perros rastreadores y una excavadora, en busca de más víctimas bajo las construcciones destruidas. Algunas fuentes de Defensa Civil señalan que puede haber 10 desaparecidos, otras personoas hablan de hasta 20.

Aparte de esas seis muertes, otra persona fue retirada sin vida hoy de una casa aplastada por un alud de tierra en otro barrio de Sapucaia, municipio  ubicado a unos 150 kilómetros al noroeste de la ciudad de Rio de  Janeiro, con lo cual asciende a 25 el número víctimas fatales a raíz de las lluvias en el sureste de Brasil.

La presidenta Dilma Rousseff convocó hoy a una reunión de  ministros para dar respuesta a los afectados por las  inundaciones y derrumbes en Río de Janeiro y Minas Gerais. "Evitar muertes es la prioridad número uno del gobierno...  estamos trabajando de forma integrada con los estados y  municipios para la prevención, el socorro de las víctimas y la  reconstrucción", aseguró la jefa de gabinete, Gleisi Hoffmann.

A través de sus colaboradores la mandataria expresó su solidaridad y condolencia con los deudos de las víctimas y anunció el pago anticipado del subsidio Bolsa Familia, entregado  mensualmente a la población de menores recursos.

Debido a la gravedad de la situación, Rousseff suspendió la semana pasada sus vacaciones en una playa de Bahia y retornó  anticipadamente a Brasilia, donde ordenó el envío de 15  toneladas de medicamentos y el equivalente a 240 de millones de dólares a la zona afectada.

En tanto tres personas fueron encontradas sin vida hoy en Minas Gerais, donde 104 municipios fueron declarados en situación de emergencia y unos 2 millones de personas fueron afectadas por las lluvias iniciadas a fines del año pasado y agravadas en  enero.