Sigrid Alegría se nota contenta y relajada. Aunque terminó de grabar su nueva teleserie, Mamá mechona, hace un tiempo, no se ha podido tomar vacaciones porque está enfocada en la promoción de la telenovela, que debuta en marzo a las 20 horas. Se trata de su primera teleserie de regreso en Canal 13, luego de emigrar desde TVN a principios del año pasado. En la red estatal hizo casi toda su carrera, interrumpida por un paso por la señal de Luksic en 2004. "La verdad fue muy agradable, porque sí, volví al 13, pero con un equipo de TVN, entonces me era muy familiar y estábamos todos con el mismo susto de colegio nuevo, curso nuevo", comenta.
Mamá mechona la tendrá como la protagonista absoluta de una historia sobre una dueña de casa que decide entrar a la universidad a los 40 años, y los desafíos que eso le trae, incluyendo reencontrarse con un amor de juventud (Paulo Brunetti). Alegría comenta entre risas que una de las experiencias nuevas que trajo esta producción fue que ella, junto a Alvaro Espinoza y el resto de los actores de esa generación eran "los más viejos del elenco", porque no había nombres más veteranos como Jaime Vadell o Coca Guazzini, que suelen estar presentes. Aquí, en cambio, la mayor parte de los personajes están en edad universitaria. "Era igual que el curso de la historia, entonces fui jugando con las experiencias personales", comenta de cómo eso le ayudó a crear su personaje. Mientras que sobre cómo convencerá la producción apunta: "Es una teleserie muy cercana, es familiar. Habla cómo rebotan tus sueños en los demás, en tus seres queridos y eso es muy cercano".
¿Cómo vivió el cambio desde las teleseries nocturnas que estuvo haciendo en TVN en los últimos años a volver a las 20 horas aquí?
Actoralmente es muy parecido, sólo cambian los tipos de problemas. Luché un rato con eso, porque venía mal acostumbrada. Pero cuando logré entender que las personas sufrimos por distintas cosas, pero de la misma manera, ya me amigué y lo empecé a pasar bien.
¿Le costó hacer el cambio de los grandes dramas que se veían en algo como ¿Dónde está Elisa? a problemáticas más cotidianas?
Venía de teleseries que eran prácticamente un documental, y estas telenovela son más cuentos. Y se me había olvidado, pero lo recuperé.
Usted se cambió a Canal 13 antes de que hubiera la migración más masiva que ahora hay en el área dramática de TVN. ¿Cómo ve lo que ha pasado ahí?
¿Cómo lo cuento elegantemente? Lo que pasa es que en TVN se armó un área dramática tan fuerte que salimos todos muy bien entrenados ahí. Se armó una calidad actoral y en todo sentido, por lo tanto todos empezamos a tener un valor, empezamos a crecer, lo que también coincidió con que los otros canales empezaron a abrir sus áreas dramáticas. Ellos consideraron que éramos gente muy valiosa y empezamos a recibir invitaciones muy atractivas. Parece que en TVN no estaban de acuerdo con eso, por lo que nos dejaron las puertas abiertas. Es agradable sentirse querido y necesitado a tal nivel, por eso fuimos varios los que tomamos la alternativa de cruzar el umbral.
¿En TVN no les daban el valor necesario?
El valor que el resto nos puso. En TVN no se dieron cuenta del valor que habían tomado sus actores.
¿Y ahí se les empezó a ir la gente?
Sí.
¿Se equivocaron porque no supieron ver cómo venía el panorama?
No vieron cómo venía la mano.
¿Qué le parece lo que se está armando en Mega, con la ex directora del área dramática de TVN y su equipo?
Quena (Rencoret) es una mujer fuerte, se ha sabido defender bien, ha aprendido mucho también. Cuando hablo de este grupo que fue aprendiendo y creciendo juntos y que llegamos a un nivel importante, ella está metida en ese saco desde antes que yo.
Entonces, ¿el que el canal no valorara a sus actores pasó por otra gente, no por ella, por los ejecutivos?
No, por ella no. Ella no podía creer cómo se estaba desarmando su equipo. Podía opinar, pero no era ella la que manejaba las decisiones finales.
La actriz cuenta que todavía no sabe cuál será su próxima teleserie en Canal 13. A la espera de eso, ahora está enfocada en la campaña para ser reina del Festival de Viña, como una manera de promocionar Mamá mechona. "Suena entretenido, pero para mí es aterrador. Me da pánico, pero voy a dar lo mejor", cuenta ella entre risas.
Uno de los temas de postular es que abre un flanco de exposición mucho mayor. "Estoy entregada. Me tengo que tirar a la piscina no más", dice sobre el tema, añadiendo que "los actores siempre le tenemos mucho miedo a la prensa, porque no hay espacio para equivocarse. Y te ves dando explicaciones tan rápido, 'si yo sólo dije esto, sólo fui a almorzar, sólo fui a un estreno' y se arma una cosa tan grande, es agotador", afirma.