Pese a que el Presidente de Yemen Ali Abdullah Saleh dijo que estaba dispuesto a buscar una solución negociada a la crisis que se vive en su país, tras los esfuerzos mediadores realizados por los países del Golfo Pérsico, miles de manifestantes volvieron a salir a las calles en seis provincias a protestar contra el gobierno.
Las mayores concentraciones tuvieron lugar, según medios locales, en la capital Sanaa y en Tais. A su vez en la capital, también hubo apoyo a Saleh. Unas 40 mujeres protestaron frente a las embajadas de Kuwait, Arabia Saudita y Francia así como frente a las oficinas de la representación de los Emiratos Arabes Unidos. Alzaron pancartas de Saleh y alegaron contra la propuesta de salida del poder.
Los ministros de Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) instaron en la tarde de ayer al mandatario yemení a que transfiera sus poderes al vicepresidente del país, Abed Rabbo Mansur Hadi, y a grupos opositores para que formen un gobierno transitorio de unidad a cambio de inmunidad.
Aunque Saleh expresó su voluntad de hallar una solución, no dio sin embargo muestras de que fuera a dejar el poder de inmediato.
Varios grupos opositores indicaron hoy entre tanto que rechazaban la propuesta de los países del Golfo. Saleh deberá comparecer ante la Justicia porque es responsable de varias "masacres".
Desde comienzos de febrero opositores al régimen exigen la retirada de Saleh. Los opositores al presidente pertenecen a diferentes grupos. Entre ellos hay tanto sunitas y chiitas, como fuerzas liberales, defensores de los derechos humanos y socialistas.