Tuvieron que pasar 105 días para que Santiago Silva volviera al gol.Y cuatro años desde su último tanto en Libertadores. Recién en su séptimo partido con la UC el Tanque pudo celebrar. Y desde ahí parece que nada lo detiene. Dos frente Antofagasta y el tanto del triunfo frente a Flamengo por la Copa. Ya van tres y todos con un denominador común: la cabeza. Primero en lo mental. Pasa que nunca se vino abajo. Desmoronarse no estaba en sus planes. Desde el entorno del plantel cuentan que siempre se vio entero, seguro y confiado en que la mala racha pasaría. Luego, claro, la cabeza también utilizada como recurso para convertir.
"Había que esperarlo, le teníamos mucha fe", asegura para La Tercera Juan Tagle, el presidente de la institución universitaria, quien agrega: "Fue capaz de revertir un mal momento inicial de todo el equipo. En los últimos tres partidos ha mostrado esa garra, ese empuje que le conocimos y que no nos extraña que lo muestre aquí".
Es que transcurrieron 576 minutos de sequía con la camiseta de los de la precordillera. Cero goles en más de un mes. Para un delantero, esos que viven de los festejos, es un mundo. Para los hinchas, más aún, sobre todo porque llegaba a reemplazar a Nicolás Castillo, el goleador cruzado en 2016. Y cuando por fin vio salir el sol, su registro dice tres tantos en 119 minutos, que se traducen en una buena media de uno cada casi 40'.
El último de ellos evidentemente fue el más importante. Porque fue el único del 1-0 ante Flamengo en un triunfo que ilusiona en San Carlos. Además, de gran factura: el gesto es muestra de toda la potencia del Tanque. Su frentazo fue uno de los más fuertes de los que se tengan memoria en la precordillera. Todo, claro también, gracias a una jugada elaborada en que Kalinski le hizo una pantalla al colombiano Berrío y que el uruguayo aprovechó el desmarque para elevarse más que todos. Y un poco más allá del punto penal, muy lejos. Un cabezazo de media distancia.
Sencillamente un golazo del que incluso la prensa de Brasil hizo eco: "Ahí debió haber estado Rafael Vaz (1,88 mts), era obvio que iban a buscar a Silva. Fue una muy buena jugada preparada, aunque un jugador como Berrío (1,82 mts), que juega en un gigante como Flamengo, no puede tener esa actitud en una pelota detenida", analizaron en Fox Sports Radio Brasil. Mientras, para Raphael Zarko, de Globo Esporte, la situación fue "mérito de Salas y su equipo por ejecutar con perfección la jugada. El uruguayo fue lo que se espera de él: poco manejo con la pelota pero muy fuerte para pelear, sobre todo por arriba, con defensores rivales".
Y aunque la noche terminó feliz para Silva y la UC, lo cierto es que antes el atacante charrúa se perdió un gol increíble en solitario ante el arquero rival. Era con el pie, claro, no con la cabeza. Fue el suspenso perfecto de una historia que al final exhibió la jerarquía del nueve. "Es un jugador que queríamos traer porque en este tipo de instancias aparece. Por eso es que Mario siempre quiso mucho traer a Santiago como primera opción de reemplazo a Castillo, porque sabía que en este tipo de instancias podía aparecer", agrega Tagle.
¿Y sus compañeros? "Así son los goleadores. Cuando se les abre el arco comienzan a aparecer. No teníamos dudas de su calidad", expuso tras el cotejo Álvarez. "Siempre confiamos en la capacidad y jerarquía de Silva. Y ahora está dando resultados", agregó Parot.
El rendimiento del Tanque, el que hace rato esperaban en San Carlos, esperanza a la Católica y también a su presidente, quien cierra: "Hace tiempo que no estábamos en una Copa con un rival de esta envergadura y creo que el equipo mostró una tremendo jerarquía. Algunos jugadores demostraron por qué los trajimos, porque son para este tipo de partidos y este tipo de rivales. La entrega fue admirable. Nos ilusionamos con seguir de esta manera".