El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi asegura que, a pesar de haberlo negado insistentemente en los últimos meses, volverá a presentarse a las elecciones generales previstas para la primavera de 2013 para no echar por tierra sus dieciocho años de "compromiso político".
El grupo de diarios italianos "Quotidiano Nazionale" publica hoy un artículo del popular periodista Bruno Vespa, uno de los rostros más conocidos de la corporación pública de televisión Rai, en el que ilustra un reciente coloquio mantenido con Berlusconi, del que es amigo, para un nuevo libro que tiene en preparación.
En esa conversación, en la que participó también el secretario general del partido de Berlusconi y ex ministro de Justicia, Angelino Alfano, el ex primer ministro explica que para él no tendría sentido que, del 38% de los votos que obtuvo en las últimas elecciones legislativas de 2008, su formación no llegara ahora siquiera al 10% en las de 2013, como apuntan algunas encuestas.
Esos sondeos que maneja "il Cavaliere" elevan la intención de voto a su formación, la conservadora Pueblo de la Libertad (PDL), si él encabeza la lista y se rodea de un equipo joven, en el que todo apunta que entrará el propio Alfano, a quien Berlusconi designó como su sucesor tras dimitir el pasado noviembre.
"Si en las próximas elecciones bajáramos de un modo absurdo al 8% (de los votos), ¿qué sentido habría tenido dieciocho años de compromiso político?", se pregunta el presidente del PDL, formación que cuenta con la mayor representación en el Parlamento italiano y que ha gobernado hasta que el pasado noviembre tuvo que ceder el poder al tecnócrata Mario Monti.
"Me habría gustado dar el anuncio (de mi nueva candidatura) algo más adelante, quizá a principios de otoño. Pero aquí no se puede mantener nada en secreto", agrega.
Vespa explica cómo Berlusconi, que ha perdido algunos kilos gracias a una dieta que sigue a rajatabla, tiene intención de regresar a la escena política de primera línea en octubre, acudiendo a numerosos actos públicos y a la televisión, un espacio que conoce a la perfección como propietario del principal grupo audiovisual privado de Italia, Mediaset.
Entre los objetivos que se ha planteado para el futuro más inmediato y que tiene como cuentas pendientes de su último gobierno, destaca la reforma de la ley electoral y la de la figura del jefe del Ejecutivo, con el deseo de hacer de la italiana una República semipresidencialista al estilo francés.
Fuera del poder tras perder la mayoría absoluta en el Parlamento en un momento en el que los mercados parecían cuestionar su gobierno, el ex primer ministro se niega a hacer leña sobre el hecho de que la deuda italiana siga bajo presión en el mercado secundario también con el tecnócrata Monti, después de haber acometido numerosas reformas.
Berlusconi tampoco comenta el hecho de que la agencia de calificación de riesgo Moody's rebajara el pasado jueves la valoración de la deuda soberana de Italia en dos escalones, pero sí que define el momento actual de los mercados como "fruto de la especulación".
"Nosotros sufrimos una violentísima campaña con la prima de riesgo y yo siempre he sabido que esto es fruto de especulación y no tiene nada que ver con los fundamentos de un país", afirma el ex primer ministro.