Durante sus casi 40 años de carrera Duran Duran ha aterrizado en los más diversos escenarios chilenos. Y al teléfono desde Londres, su vocalista, Simon Le Bon, no tiene problemas para recordar cada una de esas visitas: desde aquella presentación en el Festival de Viña del Mar en el año 2000, hasta el último paso del grupo por Santiago, en mayo de 2012 en el Teatro Caupolicán, donde los británicos volvieron a demostrar vigencia con una encendida presentación y un set de 20 canciones de las cuales prácticamente todas calificarían para un compilado de grandes éxitos del pop de las últimas cuatro décadas.
Pero si hay un paso por Chile que el frontman de 58 años atesora con especial detalle es el primero de la banda ante sus fanáticos locales, en 1993 en el Velódromo del Estadio Nacional. "El de Santiago fue el último concierto de esa gira sudamericana, en la que todos los shows tenían un gran cierre, bien arriba y bien rockero", rememora el cantante. "Cuando tocamos la última nota de la última canción, Wild boys, le pusimos tanto que literalmente hicimos explotar el sistema de amplificación. Incluso vimos el humo saliendo de los equipos. Le dimos duro esa noche", agrega riéndose.
Casi un cuarto de siglo después de aquel debut capitalino, en una época en que la industria y la audiencia local recién se acostumbraban a los megaeventos, Duran Duran prepara su regreso al país nuevamente en un escenario inédito para el conjunto. Será el domingo 2 de abril en el Parque O'Higgins, en la primera vez de la banda en el festival Lollapalooza, un evento dominado por DJs de electrónica bailable y audiencia mayoritariamente sub 30, en cuya parrilla el cuarteto inglés aparece como los grandes clásicos de esta edición.
A la cita, los autores de Rio y The reflex llegarán armados con los himnos inmortales de su catálogo, pieza fundamental de la new wave y el synthpop surgido en los años 80, y también un álbum de estudio relativamente nuevo: Paper gods (2015), disco de sonido decididamente más moderno y buena aceptación entre la prensa especializada, en el que sumaron a productores e invitados estelares tan diversos como Mr Hudson, Nile Rodgers, Mark Ronson, Janelle Monáe, John Frusciante y hasta Lindsay Lohan.
¿Qué expectativas tienen antes de actuar en un festival como Lollapalooza?
Es la primera vez y eso nos tiene muy entusiasmados. Hemos ido muchas veces a Sudamérica durante los últimos 35 años y siempre lo hemos pasado muy bien, pero seguramente será distinto para nosotros esta vez al ir a Lollapalooza, porque no es un show de Duran Duran y habrán fanáticos de muchos artistas distintos. En ese sentido, por más extraño que pueda sonar, no me he hecho ninguna clase de expectativa, estoy más bien esperando sorprenderme, encontrarme con una nueva clase de sensación. Aunque no puedo dejar de mencionar que uno de mis países favoritos en el mundo es Chile, me encanta ir para allá. Hay una actitud moderna y original en su gente que es maravillosa.
¿Aún disfrutan de tocar en vivo? Al menos por lo que se vio en su último show en Santiago, la energía y el entusiasmo sobre el escenario no parecen haber decaído.
Nos sentimos muy pero muy afortunados de poder dedicarnos a algo tan genial. Es increíble tener un trabajo por el que puedes seguir sintiendo pasión después de tantos años. 37 años en mi caso y 39 en el de Nick (Rhodes) y John (Taylor). Todavía nos preocupamos y nos importa mucho esto, y no me refiero sólo a Duran Duran, sino a la música en general.
A diferencia de su anterior LP, All you need is now (2010), que se sintió como un regreso a sus raíces, Paper gods suena más actual. ¿Esa era la intención detrás del álbum?
Sí, queríamos hacer algo que sonara como Duran Duran, pero moderno al mismo tiempo. All you need is now tenía el sonido de Duran Duran de los años 80, pero en Paper gods queríamos ser Duran Duran en 2015 y nos tomó un tiempo llegar a eso, en especial para construir esta gran relación que tenemos con Mr Hudson, porque fue crucial para este disco haber podido trabajar de la forma en que queríamos hacerlo.
Y los invitados, como John Frusciante y Lindsay Lohan... ¿eran amigos de antes?
Totalmente. De hecho la de John fue una de las colaboraciones más importantes, porque fue el primero. Inicialmente pensábamos que no tendríamos muchos invitados en el disco, pero cuando escuchamos lo mucho que otro artista podía aportar al sonido todo se volvió más especial para nosotros y nos pareció que esa era buena dirección hacia donde llevar el disco.
¿Cuáles son los planes del grupo para el resto del año?
Tenemos más shows para el resto del año pero no será tan intenso como el año pasado. Todavía tenemos más para dar con Paper gods y cuando cerremos ese ciclo, que será para fines de este año, creo que tendremos el tiempo para empezar a pensar en serio nuestro próximo proyecto. Y ese proyecto es nada menos que el aniversario número 40 del grupo, así que estamos planeando muchas cosas distintas, no sólo música, sino que toda clase de eventos y cosas especiales. Es un hito que realmente tenemos ganas de destacar y celebrar.
Más allá de este festejo, en estos 39 años se han destacado por escapar del auto-homenaje y continuar reinventándose. ¿Es lo que pretenden seguir haciendo?
Sentimos que todavía hay mucho oro bajo tierra, ¿sabes? Todavía hay muchas ideas nuevas en lo más profundo de nosotros. Pero no necesitamos reinventar viejas ideas, sino que podemos simplemente excavar en lo que ya tenemos.