A diferencia de las ediciones anteriores, el US Open, segundo major de la temporada de golf, parece abierto para varios participantes. Y no sólo por la ausencia Tiger Woods, por una lesión en la pierna izquierda. Aunque hace más de un año que Woods ha estado ausente de los primeros lugares.

Esta es la primera edición del US Open desde 1999 en que Woods no se ubica primero en el ranking mundial.

Los dos primeros del escalafón son Luke Donald y Lee Westwood, ninguno de los cuales ha ganado un major. La paridad ha regresado al golf, de una manera tal que diez jugadores han ganado los últimos diez majors.

Además, los últimos tres campeones de torneos majors tienen veintitantos años.

Pero hay otra razón por la que este U.S. Open parece al alcance de cualquiera a partir de este jueves, cuando comience: nadie se queja.

Jack Nicklaus, cuatro veces campeón de este torneo, estaba acostumbrado a escuchar a los jugadores lamentarse constantemente de los fairways estrechos y de los greens duros como una roca. Al escucharlos, Nicklaus sabía que esos golfistas no harían un buen papel.