A las 16.30 horas de Estocolmo, 12:30 horas local, se dio inicio a la ceremonia de entrega de los Premios Nobel en el Stockholm Concert Hall. El gran protagonista fue Juan Manuel Santos, presidente colombiano, quien acudió a recibir el Nobel de la Paz por su papel en el acuerdo para el cese de fuego con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Su discurso, en el que dedicó el galardón a todos sus conciudadanos en especial a las víctimas, fue aplaudido y rechazado por "demagogo" en las redes sociales.
La de Santos fue la primera distinción entregada hoy por la Academia Sueca que también reconoció los aportes en las áreas de Química, Física, Economía y Medicina. Los premiados recibieron la medalla Nobel, un diploma y un documento acreditando el logro de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia.
El gran ausente de la ceremonia fue el ganador del Nobel de Literatura, Bob Dylan, quien luego de retrasar por más de dos semanas su aceptación del galardón, envió un mensaje de que no podría asistir a recibirlo debido a otros compromisos. En su lugar acudió la cantante Patti Smith, quien tras un discurso del profesor Horace Engdahl miembro de la Academia, interpretó el tema A Hard Rain's A-Gonna Fall.
En su discurso, Engdahl reivindicó la poesía y la idea implícita de canción como origen de la literatura: "Las letras de las canciones son una continuación de la creación literaria de Blake o Shakespeare. El gramófono reivindicó el papel de la poesía para hablar de lo que nos rodea. Fue una enorme revolución", expresó. Y sobre el propio Dylan dijo: "es un cantante que merece un lugar junto a los griegos, junto a Ovidio, junto a los visionarios románticos, junto a los reyes y reinas del blues, junto a los maestros olvidados de brillante calidad".
Tras la lectura vino la performance de la autora de Horses, quien resultó muy emocionada hasta el punto de quebrársele la voz en dos oportunidades. En una parte de la interpretación, incluso, Smith olvidó una de las frases, por lo que debió detenerse. "Lo siento, les doy mis disculpas, estoy muy nerviosa", dijo la apodada "madrina del punk", para luego proseguir con la canción de 1963, que ha sido leída como un pronunciamiento sobre la crisis de los misiles de Cuba, así como la guerra en general y la amenaza atómica.
Aunque no está en Estocolmo, Dylan sí envió un texto que será leído al final del banquete de gala, que se realizará en la noche europea, en el ayuntamiento.