Este jueves los cerca de 2.500 trabajadores sindicalizados de Escondida, el mayor yacimiento de cobre mundial medido en términos de producción, inciarán una huelga tras no alcanzar acuerdo con la empresa, controlada por BHP Billiton, en el marco del proceso de negociación colectiva.

Los trabajadores optaron por abandonar el proceso de mediación ante la Dirección del Trabajo, conocido como buenos oficios, luego que la empresa se negara a aceptar la solicitud de entregar los mismos beneficios a los empleados actuales y futuros, ya que a juicio del sindicato esto crearía empleados de primera y segunda categoría dentro de la misma firma.

Sin embargo, de lograr alcanzar un acuerdo en este punto, un posible acercamiento se ve complejo dada la alta diferencia entre las posturas económicas de ambas partes.

Inicialmente, los trabajadores solicitaron un reajuste salarial de 7%, a lo que sumaron un bono de término de conflicto de $25 millones y la mantención de todos los demás beneficios, en un contrato con una duración máxima de 36 meses. La empresa, a su vez, ofreció un bono de $8 millones, reajuste cero y la revisión de parte importante del contrato vigente, con una duración de 48 meses (el máximo permitido).

Si bien el bono de término de conflicto solicitado dista bastante de los acordados en procesos de negociación colectiva de otros sectores productivos, la cifra no se aleja demasiado de las bonificaciones alcanzadas por la industria minera.

De hecho hasta ahora el récord en cuanto a beneficios históricos alcanzados por sindicatos mineros en el país lo tiene precisamente el de Escondida que en enero de 2013 consiguió $23 millones (desglosados en $19,3 millones directos y $3,7 millones en créditos blandos) por ese concepto. Ese mismo año los trabajadores de Chuquicamata obtuvieron beneficios (bonos por término de conflicto y créditos blandos) por US$19,8 millones mientras que sus pares de Collahuasi lograron $19 millones.

En 2012, el mayor beneficio en el mundo privado lo entregó Los Bronces, de Anglo American, con bonos y préstamos por US$18,5 millones. En Codelco, en tanto, el mayor monto fue para Andina con bono y préstamos por $16,5 millones.

Previo a ello en 2009 en Escondida los trabajadores recibieron entre bonos y créditos, beneficios por $14 millones y a los meses siguientes Chuquicamata cerró su proceso colectivo con beneficios por $16 millones.

CAMBIO DE ESCENARIO 

Pero la actual negociación de Escondida se da en un contexto de precios distinto, mientras en enero de 2013, cuando alcanzaron el máximo histórico en beneficios el valor del cobre se acercaba a los US$3,70 la libra, en la actualidad este se ubica en US2,66 la libra, lo que ha limitado las opciones de las mineras para ofertar en los procesos de negociación colectiva. De hecho un ejemplo de ello es lo que ocurrido con las últimas negociaciones de Codelco.

En diciembre los cerca de 5.000 trabajadores que agrupan los distintos sindicatos de la División Chuquicamata de Codelco tuvieron que decidir si aprobaban o no la última oferta de la administración de la corporación. Esta contemplaba un bono por término de negociación (BTN) de $4,3 millones y un reajuste cero, en línea con el plan de contención de costos que ejecuta la administración.

La votación arrojó que finalmente se impuso la opción de aprobar la oferta, aunque no de manera abrumadora. Si bien el bono de término de negociación fue el más alto de los pagados por la minera en 2016, estuvo muy por debajo de los bonos históricamente altos de los años del "boom" en el precio del cobre.

Al promediar cada una de las caídas porcentuales de las últimas ocho negociaciones colectivas de la estatal, se obtiene que desde octubre de 2015 el monto de los bonos de término de conflicto de Codelco ha caído 65% en relación con el resultado de la negociación anterior.

En el caso de Chuquicamata, la oferta de $4,3 millones que realizó la estatal significa una caída de 74% en comparación a los $ 16,8 millones ofertados a los trabajadores en la anterior negociación realizada en diciembre de 2012.

Pero el caso de Chuquicamata no es el único. En octubre de 2015 se realizó la negociación reglada de los supervisores de la División Radomiro Tomic, donde tras 12 días de huelga los trabajadores aceptaron una bonificación de $3 millones, inferior en 76,7% a los $12,9 millones ofrecidos por la administración en 2011.

Las negociaciones colectivas de los sindicatos Unificado de Trabajadores (SUT) e Industrial de Integración Laboral (SIIL) de la división Andina efectuadas en enero de 2016, en tanto, también vieron una caída de 64,5% y 72,8% respectivamente, al retroceder los montos desde los $11 millones y los $12,5 millones ofertados en el proceso inmediatamente anterior.

La negociación previa que tuvo Codelco a la de Chuquicamata ocurrió en la División Salvador, e involucró a los sindicatos N°2 y N°6. A pesar de que el sindicato N°2 rechazó la propuesta de $2,4 millones ofertadas por la compañía e incluso se mantuvo en huelga por cinco días, finalmente aceptó la propuesta. En septiembre de 2013, Codelco había entregado un bono de $9 millones, lo que evidencia una caída de 73,3% en los resultados obtenidos en 2016.