El hijo mayor del reverendo Martin Luther King Jr. dijo este lunes que si su padre no hubiera sido asesinado hace 43 años, el símbolo de la defensa de los derechos civiles estaría al lado de los trabajadores que luchan por proteger sus garantías de negociación colectiva.

Martin Luther King III se unió a aproximadamente un millar de personas que marcharon en Atlanta y a miles más a través del país para apoyar los derechos de los trabajadores en el aniversario del asesinato de su padre.

Cuando fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee, King apoyaba una huelga de trabajadores municipales de limpieza de raza negra.

King III colocó una ofrenda floral en la cripta de su padres antes de encabezar a un grupo de religiosos, activistas laborales y civiles que avanzaron por del centro de la ciudad hasta la escalinata del Capitolio de Georgia.

Los manifestantes portaban carteles que decían: "¡Alto a la guerra contra los trabajadores!" y "Los sindicatos nos hacen fuertes", mientras entonaban la canción de gospel "This Little Light of Mine".

King III dijo a la multitud reunida ante el edificio de la Cámara de Representantes estatal que su padre perdió la vida en la lucha por la dignidad de los trabajadores y democracia para todos los estadounidenses y comparó ese empeño con la batalla actual sobre los derechos de negociación colectiva en Wisconsin, Indiana, Ohio y otros estados.

"Si él estuviera con nosotros hoy, estaría al frente de esta lucha para conservar los derechos de los trabajadores", enfatizó King III a una multitud que lo ovacionaba. "Yo habría esperado que estuviéramos en un punto diferente en esta nación 43 años después de su muerte. Algo perdió el rumbo en Estados Unidos", agregó.

Las marchas fueron parte de una estrategia coordinada de líderes laborales para aprovechar el impulso de manifestaciones a favor de los sindicatos y de encuestas nacionales que muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan las negociaciones colectivas de trabajo. El gobernador de Wisconsin Scott Walker y otros líderes del Partido Republicano han luchado para reducir o desaparecer esos derechos.

Walker ha argumentado que la negociación colectiva es un asunto presupuestal. Promulgó una ley que elimina casi todos los beneficios de contrato colectivo a la mayoría de los empleados públicos, pues argumenta que la medida dará a los gobiernos locales flexibilidad para realizar los cortes presupuestarios necesarios para reducir el déficit estatal de 3.600 millones de dólares.