El conflicto entre los sindicatos y el gobierno español sigue en ascenso. Ante la "buena convocatoria" que ha tenido la huega general convocada por los organismos sindicales contra la reforma laboral propuesta por el gobierno, los sindicatos ofrecieron al gobierno de, Mariano Rajoy, negociar para encontrar una salida a la ley. Sin embargo, según el diario El País, adviertieron al Ejecutivo de que tiene hasta el próximo 1 de mayo, para hacer un gesto o recrudecerán la protesta social.
Por su parte, la ministra española del trabajo, Fátima Bánez, afirmó hoy que la reforma laboral "es imparable". Los dichos de la ministra durante una conferencia de prensa, se produjeron después de que los dos sindicatos mayoritarios en España, la Unión General de los Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), convocantes de la huelga, reiteraran al gobierno su demanda de que negocie la reforma laboral.
El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, declaró unos momentos antes que la ministra, que esperaban que hoy se hubiera dado " la señal que el Ejecutivo necesitaba para sentarse a negociar con los sindicatos y convertir la huelga en una oportunidad".
Paralelamente, durante la conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados, Fátima Báñez, dijo en referencia al desarrollo de la huelga que el gobierno esta cumpliendo con su principal responsabilidad, que es la de garantizar los derechos constitucionales de los ciudadanos que desean secundar el paro y también de los que optan por trabajar.
Aunque no ofreció cifras sobre la participación en la huelga, indicó que el dato "más objetivo" sobre su seguimiento era el consumo de energía, superior al de las dos últimas convocatorias de huelga general en España, en 2002 y 2010. El presidente de los empresarios, Juan Rosell, dijo que el consumo eléctrico había registrado hasta el mediodía una reducción del 14%. En cambio, los sindicatos destacaron que los sectores de la industria y de la construcción son los más afectados por la huelga, con un 97% de seguimiento.
Sobre la petición de los sindicatos de retirar la reforma laboral, Báñez insistió en que "la agenda reformista es imparable". "Lo que nos preocupa de verdad, nuestra principal preocupación y ocupación es el empleo y dar oportunidades a esos 5,3 millones de personas que hoy están desempleadas y que necesitan también ejercer su derecho al trabajo", aseveró.
La ministra además enfatizó que, en la tramitación parlamentaria, el Ejecutivo espera las propuestas y la contribución de todos los grupos para mejorar el texto, con la esperanza de que finalmente su respaldo sea mayor que el día de su aprobación. En cualquier caso, reiteró que las partes fundamentales de la reforma no se van a cambiar, "porque así se ayuda a frenar cuanto antes la destrucción de empleo y a sentar la bases para que cuando haya crecimiento económico se pueda crear empleo estable".
Los sindicatos creen que la reforma objetivo de esta huelga general daña los derechos de los trabajadores, abarata el despido y no servirá para crear nuevos empleos en un país con el 23% de la población activa desempleada y una economía entrando en recesión.
El Ejecutivo argumenta, sin embargo, que el alto desempleo es la razón principal por la que es necesaria la reforma, destinada a flexibilizar el mercado de trabajo y hacerlo menos rígido.
Según el diario El País, hasta ahora, los incidentes más importantes se registraron en Barcelona, donde grupos de protestantes incendiaron contenedores en el centro y lanzaron piedras a las fuerzas policiales. El consejero de Interior catalán, Felip Puig, ya había advertido esta mañana de que se podrían registrar altercados por parte de "pequeños grupos muy violentos" y ha pedido a los manifestantes que los "aislen" y "desmascaren".