A cinco meses del inicio del proceso de quiebra de PescaChile -filial de la española Pescanova-, el síndico encargado del proceso, Herman Chadwick Larraín, impugnó más de US$ 100 millones de la deuda por US$ 237 millones que se le atribuye a la firma (alrededor del 42%).

Según fuentes cercanas al proceso, las impugnaciones son créditos concedidos a PescaChile por bancos que están fuera del país y por su matriz. De los US$ 100 millones, unos US$ 65 millones serían deudas con bancos y el resto con Pescanova.

Las fuentes agregaron que dichas instituciones aún no habrían sido notificadas.

En la junta de acreedores de junio -mes en el que se dio continuidad de giro a PescaChile por un año-, Chadwick informó que el pasivo verificado era de US$ 237 millones, excluida la deuda de sus filiales acuícolas (Acuinova Chile y Nova Austral), que no están en proceso de quiebra, pero que se encuentran bajo su tutela. Los pasivos de estas últimas anotabanUS$ 366 millones.

También manifestó que del total de las acreencias de PescaChile (incluidos los montos impugnados), los mayores acreedores son el Banco BCI, con US$ 49,5 millones; Pescanova, con US$ 42,8 millones, y el Banque Internationale de Commerce-Bred, con US$ 28,1 millones.

PROCESO DE VENTA

Según las fuentes, el interés por los activos de PescaChile sigue latente, considerando que se presentaron más de 10 ofertas no vinculantes. Ayer, el síndico habría definido una lista "corta" de cinco interesados.

Las fuentes comentaron que firmas como la noruega Marine Harvest; la chilena Multiexport, ligada a José Ramón Gutiérrez, y la canadiense Cooke Aquaculture visitaron las operaciones, en los meses de septiembre, agosto y mayo, respectivamente. La última de ellas, incluso, presentó una oferta durante ese mes.

Según las fuentes, entre los interesados habría fondos de inversión, empresas del sector (Friosur, el grupo Izquierdo y AquaChile) y el empresario Juan Claro. Además de representantes que estuvieron en el sector y que quieren regresar, junto con firmas extranjeras vinculadas a la industria que no están presentes en Chile. 

El cierre de la venta se podría concretar en noviembre y no a fin de año, como se había contemplado. La expectativa apunta a lograr con esta operación entre US$ 500 millones y US$ 600 millones (considerando también las divisiones acuícolas), y no los US$ 400 millones estimados inicialmente. 

Lo que queda ahora por definir es la fórmula de venta, cosa que se aclararía durante este mes.

En junio, el síndico señaló que "en PescaChile lo que conviene es vender en base a Ebitda y no en base a activos, porque en base a Ebitda se puede lograr 35% o 40% más de utilidad o de mayor valor".

PescaChile posee derechos de pesca por cerca de 25 mil toneladas y cuenta con nueve barcos. Su filial Acuinova tiene 38 concesiones, mientras que Nova Austral posee otras 28.