Sinead O'Connor responde al papa Benedicto XVI por casos de pedofilia
La cantante se refirió a los abusos de la Iglesia en una dura carta que publica hoy el diario argentino "La Nación".
La cantante Sinead O'Connor respondió con dureza la carta en la que hace unos días el papa Benedicto XVI pedía perdón a Irlanda por los decenios de abusos sexuales a menores que cometieron algunos sacerdotes en el pasado.
"Para muchos irlandeses, esa carta del Papa es un insulto no sólo a nuestra inteligencia, sino a nuestra fe y a nuestro país. Para entender por qué, hay que tener en cuenta que los irlandeses hemos sufrido una variante brutal del catolicismo, basada en la humillación de los niños", sostiene la cantante en un artículo que publica hoy el diario argentino "La Nación".
O'Connor señala que la Iglesia gozó de una posición especial en su país, reconocida por la Constitución irlandesa hasta 1972. "Todavía en 2007, el 98 por ciento de los colegios irlandeses estaba en manos de la Iglesia católica. Pero los colegios para niños difíciles han estado siempre plagados de castigos corporales salvajes, maltratos psicológicos y abusos sexuales", añade.
La artista recuerda que en octubre de 2005, un informe encargado por el gobierno identificó más de cien acusaciones de abusos sexuales cometidos por sacerdotes entre 1962 y 2002 en Ferns, un pueblo a unos 100 kilómetros al sur de Dublín.
"La policía no investigó a los sacerdotes acusados; se dijo que padecían un 'problema moral'. En 2009, un informe similar involucró a los arzobispos de Dublín en la ocultación de varios escándalos de abusos sexuales entre 1975 y 2004", escribe.
La cantante indica que, según el informe de 2009, el "importantísimo papel que ha desempeñado la Iglesia en la vida irlandesa es el motivo por el que se consintió que no se pusiera fin a los abusos cometidos por una minoría de sus miembros".
"La carta en la que el papa Benedicto pide, teóricamente, perdón no asume ninguna responsabilidad por las infracciones de los curas irlandeses. Dice que 'antes, la Iglesia en Irlanda debe reconocer ante el Señor y ante los otros los graves pecados cometidos contra unos niños indefensos'. ¿Qué hay de la complicidad del Vaticano en esos pecados?", cuestiona.
"Da la impresión de que (Benedicto) se ha enterado hace poco de los abusos. Se presenta como una víctima más", señala la estrella, que a la vez recuerda una carta que envió Benedicto en 2001 a los obispos de todo el mundo en la que les ordenaba guardar secreto sobre las acusaciones de abusos sexuales.
O'Connor cree que para los católicos irlandeses "lo que insinúa Benedicto -que los abusos sexuales en Irlanda son un problema irlandés- es arrogante y blasfemo".
"El Vaticano está actuando como si no creyera en un Dios que todo lo ve. Quienes dicen ser los guardianes del Espíritu Santo se dedican a aplastar todo lo que el Espíritu Santo representa. Benedicto es culpable de dar una imagen falsa del Dios al que adoramos", afirma.
Y exige "Si hay sacerdotes católicos que abusan de los niños, es Roma, y no Dublín, la que debe responder por ello, con una confesión inequívoca y sometiéndose a una investigación criminal".
"Mientras no lo haga, todos los buenos católicos -incluidas las ancianitas que van a misa todos los domingos, no sólo los cantantes de protesta como yo, a quienes el Vaticano puede ignorar sin problema- deberían dejar de acudir al templo", propone.
O'Connor también se refirió a cuando hace casi 18 años rompió una fotografía del papa Juan Pablo II en un episodio de Saturday Night Live. "Muchos no entendieron la protesta. La semana siguiente, el presentador invitado del programa, el actor Joe Pesci, dijo que, si hubiera estado presente, me hubiera dado una bofetada", recuerda.
"Yo sabía que mi acción iba a causar problemas, pero quería provocar un debate necesario; ése es uno de los ingredientes de ser artista. Lo único que lamenté fue que la gente pensara que no creía en Dios. No es verdad, en absoluto. Soy católica de nacimiento y cultura, y sería la primera en presentarme a la puerta de la iglesia si el Vaticano ofreciera una reconciliación sincera", concluye.
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