La ceremonia de entrega de los premios Grammy, que tuvo lugar el domingo y fue transmitida alrededor del mundo, marcó un hito en Estados Unidos, tras convertirse en la transmisión más vista desde que Michael Jackson lanzara el videoclip para su sencillo Thriller.

Así lo confirma Los Angeles Times, donde añaden que la ceremonia congregó a 41,6 millones de televidentes, mientras que en 1984 la transmisión de Thriller fue vista por 51,7 millones.

Así, la audiencia de la ceremonia de este año superó en un 45% a la de 2011, e incluso a los premios Oscar del año pasado, que sólo congregaron a 37,6 personas en Estados Unidos.

Entre los puntos altos de la ceremonia del domingo, destacan las presentaciones de Paul McCartney, el regreso de Adele a los escenarios, y el tributo que Jennifer Hudson rindió a la recién fallecida Whitney Houston.