El Gobierno de Damasco acusó hoy a la ONU y a su mediador Lakhdar Brahimi de obstruir las conversaciones de paz entre las autoridades sirias y la oposición, que tuvieron lugar en Ginebra a principios de este año. 

En un comunicado, publicado por medios oficiales sirios, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores achacó a la ONU, a Brahimi y a los países "que apoyan el terrorismo" la intención de obstaculizar la llamada conferencia de Ginebra 2.

El portavoz calificó a Brahimi de "parcial" y de no ser un mediador justo. 

Estas afirmaciones del régimen sirio se producen después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y Brahimi advirtieran hace dos días de que la convocatoria de elecciones presidenciales en Siria, para el próximo 3 de junio, supone un obstáculo para las conversaciones de paz. 

"Los dos han avisado repetidamente de que la celebración de elecciones en las actuales circunstancias, con un conflicto en curso y con desplazamientos (de población) masivos, dañará el proceso político y obstaculizará las perspectivas de una solución política", señaló el portavoz de Ban, Stephane Dujarric.

La nota del Ministerio sirio de Exteriores defiende que esta convocatoria y la apertura del plazo de registro de candidatos se ajustan a la Constitución y están sujetas a la voluntad del pueblo sirio que aprobó la Carta Magna.

El texto subraya que la decisión de celebrar comicios es una decisión soberana de Siria y rechaza cualquier injerencia extranjera.

Asimismo, el portavoz sirio hizo hincapié en que la legitimidad real se decidirá en las urnas en unas elecciones con más de un candidato por primera vez en la historia del país, "pese a los obstáculos que algunos tratan de poner en el camino del pueblo sirio".