El ejército sirio, que terminó su despliegue alrededor de Alepo, continuaba bombardeando hoy el bastión rebelde y se enfrentaba a los insurgentes en diferentes zonas de la ciudad, preludio a la ofensiva mayor que se prepara a lanzar para controlar esta metrópoli del norte de Siria.
La Fuerza Aérea siria bombardeó este domingo el barrio Salahedin (oeste), sitiado por el ejército y que el sábado sufrió los bombardeos más intensos desde que se abrió el frente de Alepo el 20 de julio. El barrio de Sajur (este) también fue bombardeado, según el opositor Observartorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
También había combates en otras zonas de la ciudad, pulmón económico de Siria situado a 355 km al norte de Damasco, precisó esta organización no gubernamental con sede en Londres que obtiene sus informaciones de militantes y testigos en el país.
Este domingo el ejército terminó de reforzar sus tropas en Alepo y está listo para la batalla "decisiva", anunció a la AFP una fuente de seguridad.
"Todos los refuerzos llegaron y rodean la ciudad. El ejército está listo para lanzar la ofensiva decisiva, pero aún espera órdenes", afirmó esta fuente. "Sin embargo, la guerra podría durar porque habrá batallas en la calle para desalojar a los terroristas" de esta ciudad del norte, añadió.
Un importante responsable de la seguridad de la región de Alepo afirmó el sábado que la batalla de Alepo no había empezado y que los bombardeos no eran más que sus preparativos.
"La batalla de Alepo no ha empezado, lo que está ocurriendo ahora no es más que la entrada. El plato principal vendrá más tarde", afirmó. También precisó que había al menos 20.000 militares en el terreno. "En el otro bando también están enviando refuerzos", dijo, refiriéndose a los rebeldes.
Los rebeldes afirman que controlan la mitad de la ciudad y que a pesar de los bombardeos, de la artillería y de la aviación militar, los soldados no logran avanzar en tierra.