Poco antes del previsto envío de observadores árabes a Siria, el Presidente Bashar al Assad aprobó hoy por decreto duras sanciones que irían hasta la pena de muerte para los responsables de armar a los "terroristas", informaron hoy medios estatales.

"La ley contempla la pena de muerte para cualquiera que proporcione armas o ayude a suministrar armas destinadas a realizar actos terroristas dentro del país", informó hoy la agencia de noticias oficial Sana.

Asimismo, la ley impone "15 años de trabajos forzados" para quien realice contrabando de armas" y cadena perpetua si esa actividad "es  efectuada con fines comerciales o para cometer actos  terroristas".

Las autoridades sirias culpan de los disturbios en el país que se viven desde mediados de marzo a "grupos terroristas" financiados por países árabes u occidentales que pretenden desestabilizar Siria.

La deserción es cada vez mayor en las filas del Ejército, pero los desertores suelen tener sólo armas ligeras, aunque en algunas ocasiones se llevan también armamento pesado.

La represión de las protestas en Siria provocó desde marzo  según estimaciones de Naciones Unidas al menos 5 mil muertos,  mientras Damasco acusa a "grupos terroristas" de fomentar los  disturbios.