El Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2017 de la UDP aborda uno de los temas más relevantes hoy: la migración y la inclusión de estudiantes migrantes en el sistema escolar.
El documento propone iniciar un proceso de reformulación de las bases curriculares, particularmente en la asignatura de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, "a fin de contar con un currículum actualizado, pertinente, alineado con un enfoque de derechos humanos y que responda a una visión intercultural".
Además, promueve la apertura de centros destinados a la inserción lingüística de estudiantes y familias migrantes, en las regiones y comunas donde hay mayor concentración de ellos.
También pide generar una política desde el Mineduc destinada a formar asistentes de la educación con enfoque intercultural, con el fin de asegurar iniciativas que contribuyan a preservar la cultura y lengua de las niñas y niños migrantes.
Para Tomás Vial, editor general del informe, el tema de migración es "imprescindible". Sin embargo, pese a que el sistema educacional ha resuelto el tema del ingreso, "no garantiza a los estudiantes migrantes su acceso en igualdad de oportunidades y a todos los beneficios del sistema educativo, lo que constituye discriminación indirecta".
Hoy, los programas educativos no se han adaptado a la multiculturalidad. "Y para ser inclusiva, la educación tendría que reconocer las diferencias de los estudiantes que, por ejemplo, hablan otro idioma y eso no está incluido", dice Vial.
Además, Chile no cuenta con un cuerpo legal consistente con los estándares de derechos humanos relativos a la educación de estudiantes migrantes, resalta el informe, y "tampoco cuenta con una legislación migratoria que garantice el acceso, permanencia y egreso del sistema escolar de estudiantes migrantes desde un enfoque de derechos", agrega Vial.
Para Medardo Aguirre, director del Centro Nacional de Estudios Migratorios de la U. de Talca, en general el sistema educacional en Chile no respeta los derechos humanos de los niños, "puesto que hasta hoy tenemos un sistema segregado por cuestiones socioeconómicas".
Pero en el caso de los inmigrantes, el problema es mayor aún: "Si bien hay obligatoriedad de la educación básica y media en Chile, en el grupo de extranjeros residentes latinoamericanos, según la Casen 2015, hay un alto porcentaje de niños y adolescentes en edad escolar que no asisten a un establecimiento educacional. Esta situación en el caso del grupo de los procedentes de Colombia llega al 25%", dice.
Para Aguirre, en el caso de los niños en edad escolar, el sistema -sobre todo el público- debe prepararse para la multiculturalidad, "y esta situación debería de alguna forma quedar registrada en nuestra legislación".