Un tercio de las ocasiones en que el gobierno decreta un episodio crítico de contaminación, falla. Así lo establece un análisis del Departamento de Física de la U. de Santiago, que monitoreó los episodios constatados y decretados por la autoridad en 2016, el que da como resultado un 34% de error.

Ayer, también se replicó este escenario, pues la Intendencia de la Región Metropolitana había declarado una alerta ambiental por los altos índices de Material Particulado Fino (PM 2,5) que se producirían, pero finalmente llegó a preemergencia, lo que implica que la población se expuso a graves niveles de esmog.

El académico de la U. de Santiago y especialista en modelaciones de las concentraciones de contaminación, Patricio Pérez, dice que "hay una falla del sistema completo", lo que implica que el modelo (que estima cómo estarán las condiciones de contaminación al día siguiente), además de la decisión tomada por la autoridad no fueron acertadas.

El balance indica que el año pasado, un 66% de las ocasiones se pronosticaron de manera correcta los episodios. El 64% de las alertas ocurrió; el 55% de las preemergencias, efectivamente sucedieron, como también el 33% de las emergencias. Similar situación se presenta este año: de los 30 episodios decretados, finalmente se constataron 22, según un reporte del Ministerio del Medio Ambiente (al 11 de julio de este año).

El investigador sostiene que "los resultados pueden estar dentro de lo razonable, pero se puede mejorar tomando la decisión de decretar más de lo que corresponde, para proteger la salud de la población". Además, añade que se podría aplicar la medida de "levantar" o dejar sin efecto las preemergencias, en el caso de que mejoren las condiciones.

Ayer, en tanto, las estaciones de Cerro Navia y Pudahuel tuvieron una calidad de aire crítica, pues se vivieron los índices más altos del año en Santiago, con un peak de 112 microgramos por metro cúbico. La ventilación fue empeorando durante la mañana, lo que, según Patricio Pérez, se había previsto el día anterior. "Se debería haber dado más peso al factor de ventilación que, frecuentemente, determina que haya una preemergencia", añadió.

Aunque se han producido críticas al sistema, otros especialistas defienden los resultados. Roberto Rondanelli, investigador de la U. de Chile en el área meteorológica, sostiene que "en el país existen los mejores modelos de pronóstico de contaminación del mundo, pero ello no implica que sean perfectos. La tecnología tiene fallas".

La ciudad de Santiago, agrega, tiene características geográficas especiales por estar ubicada entre las montañas. Por ejemplo, ayer hubo niebla durante la mañana, pero luego se registró un fuerte cambio en el clima.

Un sector que muestra molestia por las fallas del sistema son los automovilistas, pues cuando hay episodios, deben paralizar 390 mil vehículos. Esto, pues el lunes pasado se decretó una preemergencia que no se constató.

Alberto Escobar, gerente de estudios del Automóvil Club de Chile, dice que cuando esto ocurre "se pierde la credibilidad en la autoridad. La información debe ser certera, pues se deja a miles de personas sin poder movilizarse", lo que también contempla personas que deben trabajar con su vehículo.

En tanto, el Ministerio de Salud fiscalizó la quema de leña de fuentes fijas. Se abrieron 24 sumarios a residencias que utilizaban leña cuando no se podía.