A casi cinco años desde que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) iniciara un proceso sancionatorio contra el proyecto minero Pascua Lama, ligado a la canadiense Barrick, el organismo decidió ordenar su clausura. Así quedó establecido en una resolución de 2.095 páginas emitida ayer.

En el documento se establece que, de los incumplimientos -y que originaron la apertura del proceso-, dos de produjeron un "daño ambiental irreparable (y) merecen la sanción de clausura total y definitiva". A su vez, se aplicaron diversas multas por 24 infracciones, las que sumadas alcanzan a la cifra de 12.360 UTA, equivalentes a $ 6.973 millones o US$ 11,5 millones.

Esta cifra, no obstante, es menor a la impuesta por la propia superintendencia en 2013 por las mismas infracciones, que fue de US$ 16 millones. Dicho proceso fue invalidado por el Tribunal Ambiental, que ordenó rehacer la investigación por errores en la imposición de sanciones.

Visión de Barrick

Desde los desarrolladores de Pascua Lama señalaron que estudiarán con detención la resolución de la SMA, y señalaron que esta decisión se refiere a "hechos del pasado".

"La clausura de instalaciones no altera el plan de la compañía de estudiar una opción subterránea", dijo René Muga, director ejecutivo de Barrick Chile.

Muga agregó que la compañía ha hecho "un cambio profundo en su enfoque, aprendiendo de su historia, tomando decisiones y acciones concretas ". La firma tiene 15 días hábiles para recurrir al Tribunal Ambiental de Antofagasta, o cinco días hábiles para presentar un recurso de reposición ante la misma Superintendencia. Por ahora, eso está en evaluación.

El presidente de Sonami, Diego Hernández, respaldó la idea de convertir a Pascua Lama en mina subterránea, lo que ve "como una excelente iniciativa para hacer viable este proyecto".