Un grupo de obreros que construía durante 2008 la sede de la Universidad San Sebastián en el barrio Bellavista se preparaba para elaborar los pilares que sostendrían el edificio. En las primeras excavaciones encontraron osamentas humanas y llamaron a la policía con la sospecha de que podrían ser producto de un crimen.

Al lugar llegaron efectivos policiales y solicitaron al Servicio Médico Legal (SML) que analizara los restos. Despúes de días de análisis la conclusión fue que se trataba de restos humanos del periodo 1861-1891, en un osario de una orden religiosa que vivía en el sector.

Este es uno casos que el SML registró como hallazgo arqueológico en los últimos dos años y que fueron derivados al Consejo de Monumentos Nacionales para su conservación y análisis cultural.
Entre 2008 y 2009 se realizaron 42 hallazgos  de restos humanos, entre los cuales hubo 21 relacionados con DD.HH., ocho vinculados a crímenes y 13 correspondientes a osamentas arqueológicas. Casi todas las exhumaciones de carácter histórico se realizaron en la Región Metropolitana (Colina, Quilicura, Peñaflor, Chacabuco, Peldehue y Buin), una en la VI Región y otra en la I Región

En el caso de Santiago se han registrado tres hallazgos arqueológicos. Uno de ellos corresponde a una osamenta vestida con rosarios, medallitas y ajuares, encontrada mientras se hacían arreglos en uno de los sectores traseros del Hospital Luis Calvo Mackenna, que limitaban con la antigua iglesia de la Divina Providencia.

La arqueóloga del SML Alejandra Didier cuenta que cada vez que hay este tipo de descubrimientos son requeridos por las distintas fiscalías o jueces que indaguen causas de DD.HH. En el lugar se constituye un equipo compuesto por un arqueólogo, un antropólogo físico, un odontólogo, un fotógrafo forense y un auxiliar. 

"Lo primero es determinar si los restos son de origen animal o humano. Tras esto, se verifica si estos restos son de interés médico legal, o sea, que estén relacionados con un crimen por medio de las pruebas encontradas en el lugar, como las ropas y objetos relacionados", señala Didier.

Si se descarta que el entierro fue producto de un crimen, estos restos son catalogados en dos denominaciones: prehispánicos o históricos, o sea, despúes de la llegada de los españoles al territorio chileno. 

La especialista dice que la razón por la que la mayoría de los hallazgos están en Santiago es porque la región es rica en patrimonio arqueológico: en la provincia de Chacabuco hay sectores donde los indígenas enterraban a sus parientes.