El patín carrera le ha dado grandes alegrías al deporte chileno. Sin embargo, más allá de la línea de meta en sudamericanos y copas del mundo, para sus cultores hay poco, considerando que no es una disciplina del programa olímpico. Eso cierra muchas puertas: de auspicios, de apoyo gubernamental y de desarrollo deportivo.
Es lo que llevó a dos exitosas patinadoras a cambiar las minúsculas rueditas del patín por otras más grandes, las de las bicicletas de pista, donde, de acuerdo a sus primeros resultados, pueden conseguir cosas importantes.
Lo curioso es que Pamela Verdugo y Estefanía Núñez, ambas de 31 años y ambas ex vicecampeonas mundiales, con una carrera paralela en los patines, se encontraron de casualidad en el primer día de las clasificatorias para los Juegos Bolivarianos de 2013. "'Y tú, ¿qué haces acá?', nos dijimos las dos cuando nos vimos sobre la bicicleta", cuentan.
Ahora no se encuentran, sino que nunca se separan. Comparten las mañanas en el recién entregado Velódromo del Parque Peñalolén, para preparar su participación en Santiago 2014. En ese escenario, adelantan que lo suyo no es un capricho, sino una verdadera opción de continuar sus carreras, con los anillos olímpicos, tal vez, en el horizonte.
"Siempre me llamó la atención el ciclismo, siempre veía videos. Aunque no practicaba, tenía una rutera, pero era para preparar el patinaje. Hace unos dos años vengo con el bicho, preguntándome qué pasaría si probara, pero estaba tan preocupada de entrenar patines que no se había dado", comenta Verdugo, aún poseedora del récord mundial de 500 metros en patinaje.
Núñez explica sus propias razones: "Fui vicecampeona mundial adulta, lo que para mí ya era bastante. Después, todo se complicó como para buscar el campeonato mundial, así es que me quise poner otras metas, ya que el patinaje no es olímpico, y siempre he querido estar en unos Juegos".
Tal vez la única diferencia entre ambas es que Núñez se pasó a las bicicletas cuando ya había decidido el retiro, mientras que Verdugo se considera también patinadora y hasta entrena a un grupo de colegas.
El paso del deporte de toda su vida al ciclismo no fue, aseguran, tan traumático, excepto en los costos, que se multiplican bastante.
"Se convalidan mucho el patinaje con el ciclismo, como la potencia, la velocidad. El entrenamiento del patín carrera es mucho más completo, más duro, y creo que todo eso nos ayuda a que podamos enfrentar otro deporte más fácilmente", comenta Núñez.
"Todo deporte tiene su complejidad, en las clasificaciones tenía rivales que ya llevaban años en la bicicleta. Más que técnica, fue la fuerza la que nos ayudó. Estuve un solo mes entrenando en el velódromo, me sorprendió. Igual creo que nos va a faltar, porque todo es un proceso. No es llegar y obtener resultados", asegura Verdugo.
Así, la plusmarquista pone de manifiesto un tema importante: con poco tiempo en la disciplina consiguieron la clasificación a una competencia internacional como los Juegos Sudamericanos. Al respecto, Verdugo complementa que "con tres meses que estuvimos sobre la bicicleta pudimos clasificar a los Odesur, pero pienso que con mucho más entrenamiento podemos hacer algo importante".
Núñez explica que "hay que ver la real posibilidad que podríamos tener. Una cosa es clasificar y otra es codearse con las de afuera, no es la idea quedar a la cola".