Un sobreviviente de Auschwitz de 95 años donó hoy joyas que quitó de las ropas de judíos que murieron en las cámaras de gas de los campos de concentración nazis al museo del Holocausto de Israel Yad Vashem.

El polaco Meyer Hack, quien actualmente vive en Boston encontró las joyas mientras clasificaba las ropas de las víctimas enviadas a morir a las cámaras de gas. Ese era su trabajo en el campo de concentración en donde su madre, hermano y dos hermanas perecieron.

El hombre escondió los ocho anillos, relojes y prendedores de diamante y oro en su barracón.

Hack dijo que se llevó las joyas metidas en un calcetín en enero de 1945 en lo que fue conocida como una "marcha fúnebre" invernal desde el campo de concentración en Polonia hasta el de Dachau, cerca de Múnich, Alemania.

Logró escapar de Dachau y se mantuvo escondido hasta que terminó la Segunda Guerra Mundial.

Mientras entregaba las joyas al museo, Hack contó su experiencia en Auschwitz, en donde sobrevivió por más de dos años mientras cientos de miles murieron. "Anna Frank escribió un famoso diario, mi diario está en el fondo de mi corazón", expresó.

Hack, que al igual que cientos de polacos judíos fue deportado de su hogar en Ciechanow, se emocionó mientras hablaba de cómo debía clasificar y empaquetar las ropas de las víctimas forzadas a desvestirse antes de ingresar a las cámaras de gas.

Recordó que pasó por las puertas abiertas de las cámaras de gas y vio cuerpos apilados y los rostros de las víctimas cubiertos de sangre, posibles arañazos entre unos y otros al intentar escapar del lugar.

También vio los cuerpos de una mujer y un bebé que ella había estado cuidando.

Seis millones de judíos murieron en el Holocausto, un evento que propició el establecimiento de Israel como el Estado judío en 1948. Yad Vashem fue construido como el memorial nacional de Israel a las víctimas.

Yehudit Shenhav, funcionaria de Yad Vashem, dijo que el museo ha reunido cerca de 22.000 artefactos transferidos por sobrevivientes como Hack y que muchos los entregan durante su vejez como una forma de dejar un testimonio de su terrible experiencia.

"Aferrarse a ellos era como decir: yo recuerdo", explicó sobre el hecho de que Hack haya mantenido los artículos en su poder por tanto tiempo. "Ahora él quiere que nosotros losconservemos para la posteridad", añadió.

Oficiales alemanes ejecutaban a los prisioneros que eran sorprendidos con objetos de contrabando y Hack fue testigo de cómo tres de sus amigos eran ahorcados por actos similares.