"Algunos niños iban en sillas para ellos, pero había otros delante de nosotros que iban encima de sus papás durante todo el viaje, porque los asientos estaban ocupados", relató Eva Apablaza Gómez (24), una de las chilenas sobrevivientes del volcamiento de un vehículo de Turbus en Argentina, que terminó con la muerte de 19 personas.
El accidente ocurrió la madrugada del sábado a dos kilómetros de la frontera, cuando el bus, en el que viajaban 40 pasajeros -nueve chilenos- y que venía desde Mendoza con destino a Santiago, se volcó en una de las curvas.
Una de las chilenas fallecidas es Macarena Gaete (38), quien residía en Argentina. Una segunda es una menor de tres años, identificada con las iniciales L.Y.M, quien no poseía huella digital registrada en Chile ni en Argentina, por lo que su padre, chileno, tuvo que viajar a identificarla. Cabe señalar que ambas figuran en la lista de víctimas entregada por el Poder Judicial de Mendoza.
Accidente
Según el relato de Apablaza, el bus adquirió velocidad durante el trayecto. "No puede ser que marcara tanta velocidad y no sonara la chicharra, porque se supone que tiene que haber un aviso", señaló Apablaza, quien vive en Viña del Mar y viajó el martes a la ciudad argentina para tomar vacaciones.
En la misma línea, Cecilia Alfaro, madre de Valeria Alarcón, otra chilena sobreviviente, indicó que "mi hija me contó que los pasajeros le dijeron varias veces al chofer que parara y no hubo caso y ahí fue cuando quiso frenar y no pudo". Además, Apablaza comentó que "una de las cosas que me provocó curiosidad fue que el bus iba repleto". Esto debido a que la capacidad del vehículo era de 38 pasajeros, pero viajaban 40 de acuerdo a la empresa.
"¿Cómo nos explicamos que iban más pasajeros? Porque muchos de los niños viajaron en brazos de sus padres. Es obligatorio que viajen en asiento solo cuando tienen cinco años o un metro veinte de estatura", explicó Victoriano Gómez, gerente de Comunicaciones de Turbus.
De acuerdo a la norma de tránsito, el uso de asientos para niños menores de cuatro años es solo obligatorio para vehículos livianos, no para buses interurbanos.
Según el diputado Leopoldo Pérez (RN), en marzo entrará en vigencia la segunda parte de la norma de seguridad en vehículos, pero "la legislación no aborda el uso de la silla en buses interurbanos. Fue muy difícil abordar el tema porque no se sabe cuántas se necesitarían para un bus". Agregó que conversará con el Ministerio de Transportes, ya que "se podría exigir que en sus terminales las empresas tengan un stock de sillas para obligar al usuario a que cuando compre sus pasajes informe si viaja con un niño. Así la firma sabe antes cuántas necesitaría y no se atrasa la salida del vehículo".
Por otra parte, ayer el conductor del bus siniestrado, Francisco Sanhueza, fue formalizado en Argentina y quedó en prisión. Arriesga una pena que va desde ocho hasta 25 años de presidio. El ya había participado en un accidente el 2014, cuando iba como chofer auxiliar de un Turbus que volcó cerca de Antofagasta, proveniente de Coquimbo. En dicha oportunidad una persona resultó fallecida. "El no iba conduciendo, era el conductor de reemplazo. El no tuvo responsabilidad directa", explicó Gómez.
Según informó el diario argentino El Sol, el fiscal Gustavo Pirello lo imputó por el delito de homicidio simple con dolo eventual por las 19 personas fallecidas, además de los ilícitos de lesiones graves y gravísimas. "Hay que terminar de tomar las declaraciones, necesito los informes del trabajo realizado en el lugar del hecho", sostuvo el persecutor.
Mientras, el asistente, Pedro Vargas, fue liberado por la policía. "Aquí en la investigación interna de Turbus también tiene que estar a disposición y veremos cuál es su situación y responsabilidad", dijo Gómez.