Supervivientes del Holocausto y  herederos de las víctimas recibieron 1.240 millones de dólares de un fondo  suizo creado después de un escándalo sobre las cuentas inactivas de los judíos  asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, informó una revista de Zúrich  este lunes que cita un informe sobre el tema.

La revista semanal judía Tachles obtuvo esta cifra de un informe elaborado  por el juez estadounidense Edward Korman, basado en Nueva York, que supervisa  la gestión del fondo.

El informe de Korman recoge operaciones realizadas desde 1998, cuando los  bancos suizos y el Congreso Judío Mundial (CJM) firmaron un acuerdo sobre la  restitución de bienes judíos inactivos.

Los bancos suizos, acusados durante décadas de albergar cuentas judías  inactivas, entregaron en 1998 1.250 millones de dólares al CJM para saldar las  cuentas y el juez invirtió estos fondos en obligaciones estadounidenses a la  espera de que fueran distribuidos.

Los pagos fueron supervisados por Korman y el Claim Resolution Tribunal, un  tribunal basado en Zúrich y que ejerció hasta 2012.

Unos 457.000 supervivientes del Holocausto y herederos recibieron fondos.  

Alrededor de unos 199.000 extrabajadores forzosos de la Alemania nazi  recibieron 288 millones de dólares y 4.100 refugiados judíos que fueron  rechazados por Suiza durante la Segunda Guerra Mundial percibieron 11,6  millones de dólares.

Además, el juez Korman permitió la entrega de 205 millones de dólares a  236.000 víctimas de los nazis especialmente necesitadas que viven sobre todo en  la antigua Unión Soviética.  

Aunque estaba prevista la entrega de 800 millones de dólares a los  poseedores de cuentas bancarias o a sus herederos, sólo fueron distribuidos 726  millones. Se realizaron 2.900 pagos de un total de 4.600 cuentas inactivas.

En 2006, el juez también autorizó los pagos para 12.300 solicitudes, que  eran "plausibles pero no documentadas". Las familias recibieron 5.000 dólares.

Cuatro años después, en 2010, el juez pagó a los que ya habían recibido  alguna cantidad un plus del 45% ya que todavía quedaba dinero a distribuir.

El tribunal no proporcionó ninguna información sobre el coste  administrativo de toda la operación. Según Tachles, el CRT, instalado en  oficinas de Zúrich, costaba todos los meses 800.000 dólares.

La revista tampoco indicó a cuánto asciende la cantidad de los intereses  percibidos de la inversión de los fondos en obligaciones estatales mientras se  esperaba su distribución.