Izhak Shriky y su mujer Kochava, de unos 40 años de edad y oriundos de Rishion LeZion, la cuarta ciudad de Israel, llegaron ayer por la tarde a Burgas en un vuelo desde Tel Aviv. Tras desembarcar del avión subieron al bus que debía llevarlos a un balneario al norte de Burgas, cuando una explosión hizo estallar el vehículo.
Estábamos en el bus en el momento de la explosión. Debo haberme desmayado y caído a tierra. Cuando me desperté había humo negro, polvo... por todos lados", contó Izhak Shriky. "Logré levantarme y me dije que tenía que llegar a la puerta delantera y salir", continuó.
Una vez fuera del bus se dio cuenta que su mujer no estaba a su lado. "No podía encontrarla. Intenté regresar al bua... pero había polvo por todos lados y la policía no me dejó acercarme", continuó Izhak Shriky.
"Busco a mi esposa, no sé si está con vida o si falleció", dice horas más tarde en la puerta del servicio de emergencia del hospital de Burgas, girando el rostro para esconder sus lágrimas. "Dijeron que todo el mundo fue traído aquí y vine a buscarla", explicó, mirando alrededor.
Cinco turistas israelíes murieron en el acto por este atentado suicida, además del kamikaze. El conductor búlgaro del autobús murió por sus heridas.
El personal de las ambulancias se abocaban a la preparación del transporte de todos los israelíes heridos hacia el aeropuerto con miras a su repatriación esta jornada. Son 28 en total, más tres heridos más serios hacia Sofía, según los balances oficiales de los gobiernos búlgaro e israelí.
Adolescentes ensangrentados y con vendas, y una mujer embarazada son instalados con sus sillas rodantes en las ambulancias. Otros heridos más leves -hombres, mujeres, un niño de 7 u 8 años- suben por ellos mismos, rengueando, a los vehículos, constató una periodista de la AFP.
Los policías protegían a los sobrevivientes, poco deseosos de expresarse, de los periodistas. "Por favor, déjenos tranquilos", murmuró una joven mujer de unos veinte años al subir con dos jóvenes de su edad al bus que la llevaría al aeropuerto.
La mayoría de los heridos sufren quemaduras o tiene heridas en el abdomen o los miembros. Muchos tienen los tímpanos perforados, indicaron los médicos del hospital a la AFP.
En el aeropuerto, en donde se produjo el ataque, situado a 10 km al norte del centro de la ciudad de Burgas, importantes medidas de seguridad fueron desplegadas.
La carcasa de la máquina atacada la víspera continuaba en el mismo lugar, así como los otros dos vehículos que se incendiaron luego de que estallara la bomba pasadas las 17.00 locales.
En los últimos años, las costas búlgaras del Mar Negro se han convertido en un lugar de vacaciones apreciado por los israelíes. Los dos países tienen excelentes relaciones.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Bulgaria fue el único país aliado de Alemania que salvó a sus judíos de los campos de concentración y exterminio nazis, algo que se recuerda regularmente durante los contactos bilaterales con Israel.
Unos 5.000 israelíes viven en Bulgaria y unos 140.000 turistas israelíes vinieron a este país en 2011.