La zona donde se ubica fue adquirida por la organización Archaeological Conservancy para evitar su destrucción a manos de proyectos inmobiliarios.
En 1982, según consigna la revista especializa Archaeology, los trabajos de una constructora cerca del estanque Windover pusieron en evidencia la existencia de más de 150 sitios mortuorios arcaicos, incluyendo el hallazgo de 91 cráneos con tejido cerebral intacto, que constituyen algunas de las muestras más antiguas de material genético cerebral.
Las excavaciones, que datan de los años ochenta, también descubrieron antiguos tejidos y el cuerpo de un niño de 15 años de edad que, al parecer, murió de espina bífida.
Para Jessica Crawford, directora regional de la Archaeological Conservancy, el lugar reviste tal importancia que harán lo que sea para conservarlo, incluso si eso significa desembolsar 90 mil dólares por los terrenos. Hasta la fecha, y desde que se descubrieron las tumbas, los arqueólogos han encontrado 168 esqueletos perfectamente conservados.