Un complejo ambiente se generó la tarde del miércoles en el tradicional consejo general de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), entre el actual titular del gremio, Bernardo Larraín Matte y su antecesor, Hermann von Mühlenbrock.
En la cita, se presentó a los consejeros un avance con los primeros datos de una auditoría interna solicitada por la actual administración a la empresa KPMG, la cual dejó en evidencia algunas inconsistencias contables al interior del gremio.
El período analizado fue el primer trimestre de este año, tiempo en el cual el gremio se encontraba bajo la presidencia de Von Mühlenbrock.
Los resultados levantados por KPMG mostraron que al interior del gremio industrial habrían inconsistencias contables por poco menos de $600 millones. Quienes conocieron la información aseguran que no se trata de problemas en la caja de la Sofofa, ni tampoco existen sospechas sobre mal uso de recursos, sino que más bien se trataría de un problema de orden contable.
De los casi $600 millones, el informe de KPMG arrojó que $424 millones corresponderían a fondos del Consejo Empresarial Chile-Japón, que es parte de Sofofa, las que estarían mal contabilizadas en el balance de la institución.
La auditoría
Según corroboró La Tercera con diversas fuentes, los hechos ocurrieron de la siguiente manera. Tras el terremoto y tsunami que afectó a Japón el año 2011, los empresarios que integran este consejo recaudaron fondos para ir en ayuda de la localidad japonesa de Minamisanriku, la que quedó fuertemente afectada tras el maremoto. Tras hacer el aporte, al Consejo Chile - Japón le sobraron unos $420 millones, recurso que se determinó dejar como reserva para futuros gastos del consejo.
Según quienes conocieron la situación, hasta el año 2016 dicho monto se contabilizó como una "cuenta por pagar", lo que a juicio de la auditora era correcto. Sin embargo, y así se explicó en la cita, a partir de abril de 2017 estos recursos se revirtieron, considerándolos como ingresos. Esto habría provocado que los estados contables de la Sociedad se mostraran más sanos de lo que realmente estaban.
En el gremio industrial al ser consultados por el tema, el secretario general Jorge Ortuzar explicó que "el nuevo director de administración y finanzas Gonzalo Russi presentó los resultados de la auditoría realizada por KPMG que recomendó ajustes meramente contables, el consejo no hizo mayores preguntas y estuvo de acuerdo con los nuevos criterios contables, con los ajustes y con los estados financieros presentados. (...) Los ajustes contables no tienen ninguna relevancia financiera, ni de caja, son ajustes meramente contables. No hay sorpresas de caja, ni financieras", dijo.
La molestia de Von Mühlenbrock
No obstante, diversos consejeros que participaron en la reunión del miércoles aseguran que tras la presentación de Bernardo Larraín, el ex presidente Hermann von Mühlenbrock, presente en el consejo, se mostró visiblemente molesto con lo señalado respecto al resultado de la auditoría.
Primero aseguró que él no conocía este tema contable específico, y que no le parecía correcto haber sido sorprendido con el tema en el consejo. Aseguró que por "deferencia" habría esperado que se le informara en privado antes de hacerlo público.
Desde la actual administración, Ortuzar comentó que "Von Mühlenbrock manifestó que consideraba que debía haber sido informado personalmente antes que a todo el consejo, cosa que sorprendió en circunstancias que en el primer consejo de la nueva directiva se informó respecto a esta auditoría a todo los miembros del consejo".