Más de un año y medio tras su detención, el supuesto informante del sitio Wikileaks, el soldado estadounidense Bradley Manning, compareció hoy por primera vez ante el tribunal militar encargado de juzgarlo en la base de Fort George Meade, Maryland, cerca de la capital Washington.
El cabo primero, que mañana cumple 24 años, en una sala llena vistiendo uniforme y gafas, confirmó al juez que entiende los cargos en su contra: acceso ilegal y descarga de documentos clasificados.
La Corte lo acusa de sacar informaciones y documentos secretos de computadoras, durante su destino como analista de los servicios secretos del Ejército estadounidense en Irak, y entregárselos a la plataforma Wikileaks.
Su posterior publicación provocó un escándalo en todo el mundo al conocerse detalles sobre las guerras en Irak y Afganistán, además de cientos de miles de despachos diplomáticos internos de Estados Unidos.
El joven soldado enfrenta un total de 22 delitos, en parte muy graves, al considerar que con su actuación puso en manos de sus enemigos la vida de sus compañeros.
Esta comparecencia, que se prevé durará varios días, no es el juicio en sí, sino una audiencia bajo el Artículo 32 de la justicia militar destinada a clarificar si hay pruebas suficientes para la apertura de un proceso militar en su contra. Durante el juicio, de ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
Algo que ha provocado la protesta de miles de personas en todo el mundo, incluidas reconocidas figuras internacionales como Dan Ellsberg, quien en los años 70 filtró al diario "The New York Times" los "papeles del Pentágono", miles de documentos secretos sobre la guerra de Vietnam.
PROTESTAS
Con motivo del inicio de las audiencias, la red de seguidores de Manning inició hoy en las afueras de Fort Meade una protesta que tendrá su punto crucial este sábado.
Medio centenar de manifestantes, algunos de ellos llegados desde Nueva York, se congregaron hoy a primera hora ante la puerta principal de Fort Meade en una "vigilia" pacífica, portando pancartas que exigen su liberación o con lemas como "la verdad no es un crimen".
Entre ellos estaba el teniente Dan Choi, que adquirió renombre internacional tras ser expulsado del Ejército por ser homosexual y convertirse en uno de los principales activistas para lograr la derogación de la ley "No preguntes, no cuentes" que impedía a los militares revelar su orientación sexual so pena de ser expulsados.
Según Choi, como militar, incluso aunque Manning efectivamente fuera el informante de Wikileaks sus acciones no deberían constituir un delito. "Bradley Manning es el único soldado en toda su cadena de mando que hizo su trabajo (...) que defendió la verdad e intentó hacer una denuncia cuando vio que algo no estaba bien. Eso es lo que hacen los soldados, lo que tienen que hacer los soldados. En la guerra, si ves algo que está mal, tu deber es denunciarlo", dijo a la agencia dpa.
Tanto Cho como Jeff Paterson, cofundador de la Red de Apoyo a Bradley Manning, dudan de que el joven vaya a recibir un juicio justo.
"Va a recibir un juicio militar y los militares no son un grupo de personas de mente abierta hacia los disidentes, hacia personas que dicen la verdad", consideró Paterson.
A su juicio, se trata más bien de una cuestión de mostrar "disciplina" y ejemplo para otros soldados.
"Lo que le han hecho a Manning durante los últimos 18 meses es parte de ello. Mostrarle a los otros soldados lo que les puede pasar" si siguen su ejemplo, sostuvo en declaraciones a dpa.
Para los seguidores de Manning, el hecho de que el propio presidente estadounidense, Barack Obama, lo haya considerado públicamente culpable casi anula sus posibilidades de un juicio justo.
"Los cargos más altos del Ejército ya lo han declarado culpable. (Manning) ha sido sometido a un castigo cruel e inusual durante meses, así que nada hasta ahora ha sido justo y no estamos esperando exactamente que ahora vaya a empezar a serlo", ironizó Paterson.
Los manifestantes esperan la llegada de más seguidores de Manning entre hoy y mañana sábado, día principal de las protestas convocadas tanto en Fort Meade como en diversas partes del país.
En las afueras de la base donde tiene lugar la audiencia, cientos de manifestantes, según los organizadores, marcharán reclamando su libertad, entre ellos el propio Ellsberg, veteranos de guerra y representantes del movimiento Occupy Wall Street.