Sólo una hora después de que el Ministerio Público diera a conocer las medidas cautelares contra los tres soldados bolivianos detenidos hace un mes por ingresar y disparar en suelo chileno, y que ayer rechazaron la oferta del fiscal de que dos volvieran ya a su país y el tercero enfrentara un juicio abreviado, el Presidente Evo Morales intervino por quinta vez en el caso.
Desde Palacio Quemado, el mandatario -junto al canciller David Choquehuanca- dijo que Chile busca "vengarse" por llevar su demanda marítima a instancias internacionales. Esta vez, Morales escaló la tensión instalada entre ambos gobiernos y apuntó personalmente al Presidente Sebastián Piñera, a quien acusó de una "actitud cobarde", le pidió "ser más caballero" y lo calificó de "mal vecino". "Si quiere vengarse, que se vengue con Evo y no con los tres soldados, le pido por favor. Sea responsable", dijo.
La decisión de los soldados de no someterse a un juicio abreviado -aceptar esa fórmula alternativa es reconocer culpa- podría extender el caso por, a lo menos, 10 días, lo que mantiene abierto el escenario de críticas cruzadas. Esto fue interpretado como una maniobra política por el propio fiscal Manuel Guerra, quien señaló que la causa pudo haber terminado "y los soldados habrían vuelto a su país, pero ellos prefirieron alargar el proceso y terminar el caso en un juicio oral, al parecer, porque esta situación da réditos políticos para un sector en Bolivia".
La respuesta de La Moneda a Morales no se hizo esperar. Desde el Salón Azul, el canciller Alfredo Moreno acusó a la defensa de los conscriptos de "demorar el proceso". "Hoy podríamos haber cerrado este caso con dos soldados de regreso a Bolivia, y el tercero, que podría haberlo hecho en muy pocos días. Desgraciadamente han primado otros intereses y eso no ha sido posible", dijo Moreno.
Las declaraciones del ministro revelan una certeza que se maneja en Palacio. Según fuentes de gobierno, Bolivia ha buscado sacar provecho político del episodio con miras a su ofensiva internacional por una salida al mar.
En esa línea, el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, dijo que "de pronto, uno ha visto declaraciones que dan más cuenta del interés en hacer política interna que de una real preocupación de resolver el tema".
En paralelo, ayer la Cancillería envió a su par de La Paz una nota de respuesta al reclamo que el 14 de febrero hizo Bolivia a través de una carta al ministerio en Santiago. Según señalan en RR.EE., el tono de la misiva es similar a la que envió Chile a la ONU el viernes.