En julio del año pasado, la Presidenta Michelle Bachelet promulgó una ley que permite al padre salir del trabajo para alimentar a su hijo recién nacido.
Tal iniciativa va en línea con el postnatal parental, que empezó a regir en 2011 bajo la administración Piñera, y que tiene como objetivo permitir a los padres un mayor tiempo de cuidado de sus hijos. De hecho, se establece la opción de que las madres entreguen parte del beneficio a los padres para que ellos también puedan participar de este proceso.
Sin embargo, en sus tres años de vigencia la medida no ha sido efectiva.
Según información de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), el año pasado sólo 225 hombres accedieron al postnatal parental. De ellos, 209 lo hicieron en jornada completa, lo que representa 0,2% del total de subsidios entregados (universo que incluye a las mujeres), mientras que 16 varones optaron por jornada parcial.
La intendenta de Beneficios Sociales, Romy Schmidt, aseguró que en 2014 se entregaron casi 102 mil subsidios por permiso de postnatal parental. De ese cifra, 101.024 mujeres optaron por permanecer los seis meses con su hijo y 954 prefirieron la jornada parcial, es decir, se reincorporaron a sus labores una vez terminado el permiso postnatal (tres meses), pero con media jornada (ver infografía).
Efecto cultural
Para las autoridades de gobierno actual y del anterior, si bien existe una baja participación de los hombres en el beneficio, la iniciativa es "un primer avance" para fomentar la co-responsabilidad entre padres y madres.
En ese sentido, apuntan a que las cifras responden a un efecto cultural y también a las bajas remuneraciones de las mujeres, por lo que se opta por "proteger el empleo del padre".
Esto último, debido a que el subsidio que reciben es equivalente a la remuneración que percibe la mujer, pero con un tope de 66 UF brutas ($ 1.619.349), lo que afecta a las trabajadoras de altos ingresos y a los hombres que deben renunciar a una parte de su salario al acceder al beneficio.
La ex ministra del Sernam de la administración Piñera, Loreto Seguel, sostiene que se debe tener "una mirada positiva de haber realizado un postnatal moderno y flexible", agregando que es "un tremendo avance que hoy la discusión se centre en cómo hacer para que más hombres se tomen el postnatal, que antes era sólo de mujeres".
Seguel enfatiza en que existe un efecto cultural, ya que la co-responsabilidad no está internalizada y eso lleva a que pocos hombres opten por tomar el beneficio.
Paula Poblete, directora de estudios de Comunidad Mujer, dice que las principales trabas que existen son culturales. Agrega que "vivimos en una sociedad muy machista, con asignación de roles muy tradicionales, donde el cuidado de la familia es un tema femenino".
Poblete agrega que si bien la ley es un avance, aún es insuficiente, debido a que "el postnatal parental para los padres no debiera ser una opción, sino una obligación, al igual que como lo es para las madres trabajadoras", pues a su juicio, la única forma de equiparar los costos de contratación entre hombres y mujeres en edad fértil, es otorgar derechos exclusivos y obligatorios a los padres trabajadores para que puedan cumplir con sus responsabilidades familiares.
Una visión distinta tiene el abogado laboralista, Huberto Berg, quien afirma que "lo que está operando es la lógica", pues es natural que la madre quiera estar el mayor tiempo posible con su hijo recién nacido, y en ese sentido "no hay disposición a transar ese tiempo con otra persona, por mucho que sea el padre".