Al momento de su creación, en 2009, el subsidio al empleo joven fue pensado como un mecanismo para incentivar la contratación de este segmento. Sin embargo, su uso ha sido escaso, sobre todo por parte de las empresas, y la tasa de desempleo entre las personas de 20 a 24 años (14,1%) sigue muy por sobre el promedio nacional (5,7%).
Según un análisis del Ministerio del Trabajo, en 2013 sólo 500 firmas accedieron a este beneficio, que otorga el equivalente al 30% del salario anual de los trabajadores entre 18 y 24 años, que son del 40% de las familias más vulnerables y que perciben rentas anuales bajo $ 4.810.042. Si bien el 20% del subsidio es recibido por el joven y el 10% restante por el empleador, cada uno de ellos postula de manera independiente.
De las empresas que lograron la ayuda estatal, el 26% pertenece a actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y 14% a comercio. El 42% de los subsidios se entregó en la Región Metropolitana y el 11% quedó en firmas de Valparaíso (ver infografía). "Tenemos plena conciencia de que este tipo de instrumentos debiesen ser más utilizados (...). Por eso, en los últimos meses, firmamos convenios con diferentes sectores productivos, tales como el sector forestal minero, salmonicultor, vitivinícola y metalúrgico-metalmecánico, para fomentar el uso de estos programas de capacitación y empleo", dice Fernando Arab, ministro (S) del Trabajo. Agrega que en las próximas semanas suscribirán convenios similares con la Sociedad Nacional de Agricultura y la Cámara Chilena de la Construcción.
El bajo uso de las empresas ha sido una tendencia. Según un estudio de 2011 del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, por cada 100 trabajadores que recibieron el subsidio en 2009, sólo 10 empleadores pidieron el beneficio, nivel que aumentó a 11 en 2010.
En cuanto a los trabajadores, el 53% de los 255.352 subsidios entregados en 2013 se destinaron a mujeres. Desde la cartera estiman que 715.516 jóvenes podrían haber accedido al beneficio.
Arab resalta que desde que se creó el subsidio (2009) el desempleo juvenil entre 20 y 24 años bajó. En 2010 bordeaba el 20% y hoy, el 14%. La tasa de desempleo juvenil triplica la de la economía, lo que no sucede en otros países como Alemania o Australia, donde los jóvenes empiezan a trabajar a muy temprana edad. La causa no está en los subsidios del gobierno", sino más bien en los planes de formación en esos países". El diagnóstico lo comparte Roberto Fantuzzi, presidente de Asexma, quien cree que el problema de contratación en este segmento se debe a la baja productividad. "A los 24 años, muchos jóvenes no saben hacer nada. No se trata de un problema de salario; la falla está en que son personas de baja productividad".