Buenos Aires ya siente la presencia del Dakar. De hecho, en los alrededores del Obelisco, donde se levanta la rampa para la largada protocolar del viernes, comenzaron los atochamientos vehiculares y las molestias de los conductores.

A unas 40 cuadras de ahí, La Rural abría sus puertas al público, que por unos $ 1.300 chilenos podía ingresar al primer Parque de Asistencia, donde se encuentran los equipos, los auspiciadores, el merchandising, una pista para demostraciones y el "Petit Dakar", dedicado a los menores.

Una muestra de que si bien la primera etapa cronometrada será el sábado, la carrera ya partió. Y la primera actividad oficial fueron las verificaciones técnicas y administrativas, que empezaron con los inscritos americanos. El chileno Javier Campillay, con su Ford del equipo Tamarugal, fue el encargado de abrir el proceso, y no logró pasarlo por lo que tendrá que realizar las modificaciones solicitadas en las próximas horas a su jaula antivuelco.

Así, al terminar la jornada de ayer sólo cuatro fueron los chilenos que lograron el visto bueno de la organización: Jorge Latrach, Luis Carmona e Ignacio Casale en la categoría autos, mientras que en motos sólo Rodrigo Caballero tiene la aprobación de ASO.

Para hoy se espera que pasen el trámite los hermanos Felipe y Jaime Prohens (Honda), Claudio Rodríguez (Husquarna), John Mckendrick (Yamaha), Manuel Jamett (Yamaha) y Gino Bianchi. La mayoría no alcanzó a llegar a la línea de verificación.

Asimismo, se presentarán en la próximas horas Francisco López (Aprilia) y José Miguel Hernández (Can-Am) en cuatriciclo. Asimismo, Carlo de Gavardo (Hummer) se concentrará en la verificación del auto arrendado a Robby Gordon.

En total, casi cien vehículos fueron admitidos en el parque cerrado, del que saldrán para acudir a la cita con la primera etapa, el viernes 1.