Trabajo, salud y dinero suelen nombrarse como los aspectos más relevantes de la calidad de vida de una persona. Pero el tiempo libre, compartir con familia y amigos y la vida sexual, también son condiciones que influyen a la hora de evaluar que tan satisfecha está una persona con su vida.
Y los chilenos se reconocen poco satisfechos. Según el Índice de Bienestar 2017, efectuado por Salcobrand, junto a la Clínica Universidad de los Andes y GfK Adimark, sólo el 16% se declara satisfecho con su actual estilo de vida, más bajo que el 20% reportado en 2016, en la primera versión de este índice.
La baja es más visible en los segmentos C1 (donde cayó de 34% a 23%) y en Santiago (26% a un 17%).
¿Se siente querido? El 41% dice que sí (38% en hombres y 44% en mujeres) y 30% se reconoce feliz. El sondeo además, destaca el bajo nivel de satisfacción con la vida sexual (26%). Y los que dicen dedicar tiempo para recrearse con su familia, amigos y/o pareja, son sólo el 23%.
Esa baja percepción en los estilos de vida, es una tendencia que se aprecia constantemente en estudios, resalta Sergio González psicólogo, antropólogo y académico de la U. de Santiago. "Es la paradoja de la modernidad", aclara. Eso se refleja hoy, dice, en que las condiciones que hicieron de Chile un país moderno en 30 años, han influido en mejores índices de calidad de vida y consumo, pero ese bienestar material ha llevado a sacrificar tiempo subjetivo.
Hay cada vez menos tiempo. "Si se toman en cuenta las horas de permanencia en el trabajo más los traslados, suman 12 a 14 horas. Para tener vivienda, electrodomésticos, pagar el colegio de los hijos, es necesario trabajar y el costo es menos tiempo personal", agrega.
Con ese ritmo, las personas llegan al fin de semana agotadas, "y hacen más actividades pasivas que activas, como ver televisión", dice González. El sondeo reafirma esa conducta. Ante la pregunta que hace en su tiempo libre, los encuestados siguen prefiriendo ver TV (23% de las preferencias) por sobre descansar (15%) o estar en familia (13%) o con los hijos (6%).
Más ocio
Lo que hoy se requiere, dice González, es discutir el estilo de vida. "Están tan cansados los de clase media, los de clase alta, como los de clase baja". Por eso una de las discusiones, dice, debe ser acortar la jornada laboral.
"Se debe considerar el tiempo de ocio como algo productivo, que ya no se vea como negador de la actividad productiva, sino como una actividad que tiene que ver con el bienestar sicológico que hay que atender", sostiene González.
Junto con ello, se deben disminuir los tiempos de traslado de las personas a sus trabajos. "Con los sistemas de transporte que hoy tenemos, es un problema acuciante por los niveles de sintomatología depresiva que forma parte del perfil de los chilenos, es un tema de salud pública atender los temas de bienestar subjetivo de las personas", señala González.