Para George Soros, las finanzas no son una ciencia. De hecho, no son una ciencia tal como la física o la química, disciplinas que pueden explicar el mundo y brindan resultados concretos y predicciones precisas. Esto se debe a que las finanzas y la economía involucran un elemento humano que incorpora el factor de la incertidumbre originada en nuestras propias interpretaciones erróneas y preferencias.
La idea de la incertidumbre es lo que Soros, el inversor multimillonario que huyó en 1944 de su nativa Hungría para escapar de la ocupación nazi, dice que fue ignorada por los economistas. Según el inversor, los economistas no prestaron atención a ese factor humano cuando buscaron cuantificar los riesgos mediante la aplicación de fórmulas matemáticas a los mercados en los años que terminaron en el colapso financiero del 2008.
"La incertidumbre es la clase de riesgo que no puede ser cuantificado y que fue desatendido", dijo Soros, de 79 años. "No fue considerada por la gente que es buena en matemáticas y puede calcular el riesgo".
-¿Es esta contracción económica algo nuevo o algo que hemos visto en el pasado?
--No, no se vio antes. Históricamente, se produjo la Depresión de la década de 1930. Pero desde ese entonces, siempre que hubo una crisis financiera, las autoridades se hicieron cargo de ella y estimularon la economía, ampliaron el crédito e hicieron que siguiera funcionando la rueda. Y eso hizo que la burbuja creciera más.
Esta vez es el fin de una era y esto es diferente de cada una de las crisis financieras que uno ha experimentado en la vida.
-¿Estamos tratando de tener una crisis indolora? ¿Se necesita una consolidación?
--Me temo que esa es la situación. Debimos haber soportado el dolor y recapitalizado los bancos. En lugar de ello, los mantuvimos vivos y les dimos la esperanza de que pueden consolidar sus balances y eso va a pesar y arrastrar a la economía por mucho tiempo.
Padecemos la incapacidad de enfrentar una realidad desagradable. Esperamos que nuestros políticos efectivamente nos engañen, nos digan que las cosas están mejor de lo que están. Esa es nuestra debilidad.
-¿Puede venir China al rescate?
--China es una fuerza positiva en la economía del mundo. Ellos están mejor posicionados para hacer frente a esta crisis. La gran diferencia es que nuestra crisis es autogenerada. Para ellos, es algo que los afecta desde afuera.
Pueden estimular su economía. Tienen reservas. Si el estímulo no es suficiente, pueden aplicar más incentivos. Pueden financiar sus exportaciones porque tienen un superávit comercial. Pueden invertir. Así que China será uno de los motores de la economía mundial que reemplazará al consumo estadounidense. Los chinos van a ganar poder e influencia en una medida que la gente actualmente no advierte.
-¿Probará esta crisis de una vez y para siempre que estar en lo cierto es un camino arriesgado?
--Desafortunadamente, esta es la demostración de que la teoría existente -la "hipótesis de los mercados eficientes"- era falsa. Resultó contundentemente falseada por esta crisis porque esta crisis fue generada por el sistema mismo.
La teoría dice que todas las perturbaciones vienen del exterior y luego pueden producirse ciertas dificultades para adaptarse a esas perturbaciones. Pero esta perturbación fue generada por la política, por la teoría que subyace al sistema financiero. Así que es algo que realmente le hace hacer a uno una pausa para pensar que este sistema poderoso y de gran alcance se construyó sobre principios falsos.