La única vez que Ismael Sosa festejó un título fue el primer semestre de 2010, coincidentemente la misma temporada en que Universidad Católica dio su última vuelta olímpica en Chile. Aquel año, vistiendo la camiseta de Argentinos Juniors, el "Chuco", como lo apodan, gritó campeón de la mano de Claudio Borghi, entonces técnico de los "Bichos Colorados" de La Paternal.
"Han pasado ya muchos años. Es hora que me toque de nuevo dar una vuelta olímpica. No hay nada más lindo que salir campeón en el fútbol", cuenta con una sonrisa pícara el delantero, autor del único gol con que la UC derrotó ayer a Colo Colo en San Carlos de Apoquindo.
Como ha sido a lo largo de todo el año, el argentino volvió a demostrar toda su valía para los cruzados, en una faceta que hasta este año no había logrado explotar en toda su trayectoria.
Y es que Chile ha sido una tierra fértil para Sosa en cuanto a su producción goleadora. En total, 21 tantos con la camiseta cruzada, contabilizando todos los torneos que defendió con esta casaquilla, reflejan su transcendencia a lo largo de estos doce meses.
De paso, es una cifra inédita para su carrera. Y es que ni en Argentina, donde además vistió la camiseta de Independiente, ni en el fútbol turco, donde apenas convirtió cinco tantos en un año, el delantero fue tan prolífico antes los pórticos rivales.
"Son rachas por las que uno atraviesa. Afortunadamente acá las cosas me han salido muy bien. Pero más que mis goles, prefiero coronar todo esto que hemos hecho con un título. Como dije hace unos días, me gustaría dejar una huella en el club antes de irme (a fin de año parte a Pumas de México) y eso se logra solamente ganando un campeonato", resume el ariete.
Ese mismo campeonato, que se les escapó en el primer semestre ante Unión Española, es el que pretende abrazar el transandino en este final de año. Eso sí, a diferencia de aquella decepción en el torneo de transición cuando se quedaron con las manos vacías por diferencia de goles, Sosa sabe que ahora todo depende exclusivamente de la UC.
"Si ganamos el sábado y luego, llegado el caso, la definición es ante O'Higgins, somos campeones. No hay nada mejor que depender de uno mismo. Ojalá que el sábado podamos estar festejando, pero sino, todavía tenemos la chance de jugar el desempate", confesó.
Las tribunas de San Carlos de Apoquindo ya están vacías. Pero el marcador ubicado en el sector sur aún tiene reflejado el 1-0 de la UC. Sosa, aprovechando la soledad del estadio, vuelve al arco norte donde dibujó el gol de la victoria. Allí, ensaya un festejo a lo Usain Bolt, el récordman jamaiquino de 100 y 200 metros planos.
"Ya veo como me van a molestar en el camarín", bromea, antes de recordar el tanto que mantiene viva la ilusión del pueblo cruzado: "Fue un desborde por el costado derecho. No sabía si picar o no al primer palo. Cuando vi que Nicolás (Castillo) se llevaba las marcas hacia el centro del área chica, me retrasé un poco y pedí el centro atrás. Por suerte, me llegó el balón con la velocidad justa para empalmarlo. Sin duda, es el gol más importante de toda mi carrera".