A pesar de que el ingreso de Southern Cross a la propiedad de Empresas Masvida -tras ofrecer US$ 90 millones por el 55% de la isapre- aún no se materializa, el fondo ya está haciendo algunas gestiones como futuro controlador.

Así se desprende de una circular con preguntas y respuestas dirigida a los médicos socios de la isapre, a la que tuvo acceso La Tercera y en la que se señala que el fondo de inversión, ligado a los empresarios Norberto Morita y Raúl Sotomayor, ha tenido acercamientos para negociar a la baja el arriendo de la Clínica Universitaria de Concepción (CUC) y del Centro Médico de Manuel Montt en Santiago.

"(Southern Cross) quiere negociar bajar el arriendo de estos inmuebles por significar un gasto financiero importante para esos proyectos. Ha habido acercamientos y hay posibilidades de renegociar o buscar soluciones al respecto", señala el documento, que destaca que este sería uno de los aspectos que el fondo consideraría antes de cerrar la negociación.

En esa línea, se detalla que los nuevos centros médicos de Concepción y de Santiago son de propiedad de fondos inmobiliarios donde, a su vez, Masvida participa con entre el 33% y el 34%, mientras que el resto pertenece a otros inversionistas que no tienen relación con la firma. Dicha inmobiliaria, a su vez, arrienda estos inmuebles a Masvida para el funcionamiento de estos centros médicos, con los cuales existen compromisos de venta futura.

Clínicas y deudas

En el documento también se reconoce la deuda interna por $ 78 mil millones de MV Clinical -una de las sociedades de la estructura superior del holding de Empresas Masvida- e isapre Masvida.

Frente a eso, se dice que hay que distinguir la deuda atribuida a préstamos, que tiene que ver con compras de participación e inversiones en las clínicas, y la operacional, que corresponde a anticipos por prestaciones. "Debe recordarse que son las clínicas más grandes las que concentran este endeudamiento: CUC y Las Lilas.

Como contraparte son ellas las que facturan a la isapre por atenciones de sus beneficiarios, entre las dos $ 6.000 millones al mes por lo que también la isapre debe a estas clínicas por esos servicios y que no pueden saldarse contra endeudamiento financiero, sólo contra el operacional", se señala.

Por ello, se destaca que la deuda de la isapre se generó desde la creación de la red de clínicas en el 2005, siendo los últimos tres años los más complicados para cumplir los compromisos ya que no existían retornos suficientes, lo que se atribuye a que hubo mucha inversión para clínicas relativamente chicas. "Esto debe revertirse a la brevedad y es lo que se va hacer con el ingreso del nuevo socio", complementa el documento.