La periodista española Pilar del Río, quien fuera durante 24 años la esposa del premio Nobel José Saramago, fallecido este año, se declaró como "la mujer" del escritor portugués y no como su viuda.

"Lo tengo en el presente, recorriendo mis venas, me gusta que me llamen la esposa de Saramago o, como me dijeron unos niños durante un homenaje, la novia de José", dijo Del Río en el marco de una entrevista a dpa llevada a cabo en la XXIV edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalaja, que concluye hoy en esta ciudad mexicana.

Al frente de la fundación que lleva el nombre del autor de "Ensayo sobre la ceguera" y "Memorial del convento", entre otros, Del Río reside en Lisboa, la capital de un país que adoró y adora a Saramago.

"No me cabe duda de que José fue uno de los portugueses más queridos por Portugal, a pesar de su ateísmo, de su comunismo y de su forma crítica de ver el mundo", dijo en respuesta sutil a los políticos de la derecha portuguesa que impidieron que una calle en la capital llevara el nombre del escritor.

A propósito de la obra que dejó en herencia el autor fallecido en junio a los 88 años, Pilar aseguró que "cada lector encuentra a su propio Saramago, no hay una literatura canónica, lineal y única. Por el contrario, José estaba convencido de que había tantas lecturas como lectores y él mismo se sorprendía por las cosas que encontraban en sus libros".

"Muchos lectores le pusieron delante de los ojos situaciones que ni siquiera él había percibido. Por ejemplo, le hablaron de los espacios arquitectónicos, del uso de la ventana, de la luz, cosas que Saramago escribía con fluidez y naturalidad y que luego fueron expuestas en muchos estudios sobre su obra", agregó.

Del Río volvería a recorrer de la misma manera el camino que proponen sus libros: "Comenzaría por "Memorial del convento", seguiría por "Ricardo Reis", aunque cada lector es cada lector. Hay que admitir que Saramago no es un autor fácil y en ese sentido recomendaría a los menos familiarizados con su trabajo que empezaran por "Ensayo sobre la ceguera", dijo.

En el homenaje en la Feria Internacional de Guadalajara (FIL), a la que el escritor asistía con frecuencia, su mujer presentó los libros "José Saramago: una biografía cronológica titulada", del español Fernando Gómez Aguilera y una antología comentada por catorce escritores como Juan Gelman, Claudio Magris, Alberto Ruy Sánchez y Laura Restrepo, en "José Saramago en sus lectores", publicados por Alfaguara.

Según Del Río, el autor no dejó una obra inédita, aunque sí hay "unas páginas que serán editadas en el momento oportuno y que son lo suficientemente interesantes e intensas como para que los lectores quieran conocerlas".

"Hablo, porque a mí no me callan ni debajo de las piedras, pero además porque Saramago ya había dicho algo al respecto. El libro se va a llamar 'Alabardas alabardas / espingardas, espingardas' y tratará sobre un honesto trabajador de una fábrica de armas, que hace bien un trabajo que consiste en perfeccionar un instrumento que matará a otro ser humano".

A pesar de que el Premio Nobel 1998 hablaba siempre de su oficio frustrado de poeta, su esposa está convencida de "que a él en realidad le hubiera gustado ser filósofo y astrofísica".

"Se interesaba por las medidas espaciales, visitó varios observatorios, habló con los científicos y supo de las dimensiones de las estrellas que ya no existían en el firmamento", concluyó.