El nuevo-nuevo Spider-Man es un adolescente primero y un superhéroe después. El orden de esos factores es importante. Atrás quedó el discurso existencial de las anteriores versiones cinematográficas del personaje, que decía que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". En Spider-Man: De regreso a casa, que se estrena mañana en cines, el mayor problema de Peter Parker es que es muy joven para hacer la diferencia que quiere lograr en el mundo, y que ha visto constantemente hacer a sus héroes Iron Man y el Capitán América. Tiene que balancear sus labores escolares y sus amistades con su afán de recorrer enmascarado el barrio de Queens en Nueva York buscando criminales que detener, ideal que se ve frustrado cuando sólo encuentra bicicletas perdidas y abuelas desorientadas.
El nuevo Spider-Man también es interpretado por un nuevo actor, Tom Holland; el tercer rostro que ha dado vida en el cine al personaje de las historietas Marvel en el nuevo milenio. Incluso en la era en donde los superhéroes se han adueñado de las superproducciones cinematográficas, ningún otro papel de este tipo ha visto tantos intérpretes distintos en tan poco tiempo.
Y es que la historia del héroe arácnido y la pantalla grande ha sido de altos y bajos. Las dos primeras entregas de la trilogía original, Spider-Man (2002) y Spider-Man 2 (2004), dirigidas por Sam Raimi y protagonizadas por Tobey Maguire, fueron un éxito de crítica y de taquilla, pero cuando Spider-Man 3 (2007) tuvo una recepción negativa, una diferencia creativa entre Raimi y Sony, el estudio a cargo de las películas, terminó cancelando los planes de futuras secuelas.
No pasó mucho antes que el superhéroe volviera a las salas, esta vez de la mano de Marc Webb en la dirección y con Andrew Garfield como protagonista en El sorprendente Hombre Araña. Si bien taquillera y con una recepción tibiamente positiva, fue la secuela, El sorprendente Hombre Araña 2 (2014) la que sepultó nuevamente la franquicia tras ser destrozada por la crítica.
Si la tercera es la vencida, Sony no quiso correr más riesgos. Esta vez, el retorno del superhéroe a las pantallas tendría un atractivo que pareciera ser sinónimo de éxito. Tras un complejo trato, el estudio permitió a Marvel y Disney integrar al personaje en su llamado Universo Cinematográfico de Marvel, a cambio de seguir manteniendo los derechos de producción y distribución de las películas en solitario del héroe. Así, la primera aparición de Holland en el característico traje rojo y azul fue en Capitán América: Guerra civil el año pasado, con una breve pero elogiada participación que permitió darle una nueva vida a una franquicia que se rehúsa a desaparecer.
De vuelta al colegio
Tras un pequeño prólogo donde se introduce al villano de turno, Adrian Toomes (Michael Keaton), conocido también como el Buitre por la tecnológica armadura con alas que utiliza para cometer robos, Spider-Man: De regreso a casa repasa rápidamente los acontecimientos de Guerra civil, desde el punto de vista de Peter Parker. De vuelta en Queens, el joven de 15 años busca aprovechar sus poderes para ser un héroe local e intentar llamar la atención de su mentor, Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) sin mucho éxito.
La cinta no destina tiempo en ahondar en los orígenes de los poderes del adolescente, ni tampoco menciona el asesinato de su tío Ben más allá de indirectas, ya que ambos hechos fueron explorados en las adaptaciones de Raimi y Webb; una repetición narrativa que le valió críticas al segundo.
El Hombre Araña de Holland también se separa de sus predecesores en su juventud: tanto Maguire como Garfield tenían 26 años cuando estrenaron sus primeras cintas como Spider-Man, mientras que el nuevo protagonista tiene sólo 21, y un rostro imberbe y voz aguda que ayudan a representar mucho menos. Por eso mismo, el director Jon Watts se aleja del melodrama de Raimi y Webb, y presenta su cinta como una comedia adolescente. Su héroe es un joven inadaptado al que le gusta la más bonita del colegio y debe lidiar con bullying, tareas, fiestas incómodas y bailes escolares. Su edad también lo hace inmaduro e inexperto, apenas sabiendo controlar sus poderes y no muy apto para el combate, causando más de un accidente.
La nueva adaptación parece haber revitalizado la franquicia, siendo elogiada por la crítica antes de su estreno por su tono ligero y foco en el humor. Y la era de Holland como Spider-Man no terminará pronto: la cinta tiene una secuela asegurada para 2019, pero antes el personaje aparecerá en Avengers: Infinity war el próximo año.