El martes pasado el pianista estadounidense Spike Wilner (1967) tocó en Mezzrow, uno de sus dos clubes en Manhattan, con la saxofonista chilena radicada en Nueva York, Melissa Aldana (1988). La artista formada en el Breklee College de Boston fue uno de los principales nexos entre Wilner y el Festival de Jazz de Providencia, que lo tendrá por primera vez este viernes en Chile.
"Músicos como Melissa me hacen seguir desafiándome y crecer. Siento que debo hacer un buen trabajo y armar una comunidad fuerte de músicos y gente que ama el jazz", dice desde EEUU.
Aun no tiene claro qué tocará en el Parque de las Esculturas junto a Smalls Live All Stars Quintet, pero los cinco músicos vienen en representación de su otro club, Smalls, el que Wilner maneja desde hace 10 años y es parte importante del radar musical de la ciudad. A sus 51 años será su primera visita a Sudamérica, estará seis días en Santiago antes de regresar al invierno y las luces de la Gran Manzana. "Quiero ver la ciudad y sentir un poco de Chile y cómo es el país", cuenta.
¿Cómo describiría la escena de jazz actual en Nueva York?
Tiene realmente a los mejores pianistas del mundo que van a tocar, aprender y enseñar. Es el centro del jazz. Siento que se ha vuelto una escena cada vez más poderosa, tenemos músicos jóvenes muy talentosos y con nuevas energías.
¿Cómo es tener un club?
Tengo los dos puntos de vista, el de ser músico y dueño de un club. Aún actúo y toco pero también tengo perspectiva para ver los programas, los shows y conocer a los músicos que tocan. Puedo decirte que el jazz en Nueva York es como una gran familia. Todos se conocen y hay muy buenos sentimientos, por lo que siempre es emocionante para mí poner tantas bandas a tocar.
¿Ser músico ayuda a administrarlos?
Por supuesto. Creo que el único modo de que un club sea bueno es tener a un músico involucrado. Así sabes qué se necesita. Tengo 30 años como músico profesional, conozco a todos y todos me conocen, y construí una relación de confianza. Ahora sé quién es bueno y quién no. No puedo imaginarme siendo dueño de un club sin tener conocimientos musicales. Los mejores clubes son llevados por músicos. Además, ahora tengo un nivel que me hace fácil tocar y tener el tiempo de llevar los clubes, lo que me da la oportunidad de viajar a Santiago.
¿Qué opina de los clubes que mezclan jazz y otras cosas?
Depende, el problema de algunos es que a veces la música se pierde y creo que los artistas sienten lo mismo. Cuando vas a Smalls o Mezzrow el artista es lo primero y queremos que tenga la oportunidad de presentar un concierto en un buen ambiente. Ambos clubes tienen la reputación de ser escenarios serios. Hay muchos lugares a los que vas y la música está en el fondo, pero aquí debes sentarte y poner atención a lo que se está haciendo.
¿Qué hace el escenario chileno atractivo para Ud.?
Nunca he estado en Sudamérica, así que estoy muy emocionado de ver su país y Santiago. Siempre me hace feliz ir a donde sienten curiosidad por esta música y donde pueda hablar de Smalls.
Jazz en el cine
A fines de 2014 se estrenó una de las películas de jazz más premiadas y vistas del último tiempo: Whiplash. Ganadora de tres Oscar y un Globo de Oro, la escuela a la que asiste el personaje interpretado por Miles Teller es la misma a la que fue Wilner, la mejor de Nueva York.
¿Qué le pareció la película?
Whiplash para mí es una comedia. Es quizás una de las películas más graciosas que he visto en mi vida. Me reí muchísimo. Si eres músico y fuiste a una escuela de jazz, sabes que algunas cosas son verdad, pero la mayoría son grandes exageraciones. El profesor loco, no creo que sea real. No conozco a nadie que sea así o nunca he escuchado una experiencia así, pero amo la película; es muy divertida.