Radek Stepanek ha sido perseverante. Empezó a ganar títulos cuando su carrera había comenzado hace un buen trazo de tiempo. Un talento que vio un éxito tardío. A su ritmo y tiempo. Hoy volvió a ganar un partido en el Australian Open frente al ruso Dmitry Tursunov por 2-6, 6-7 (1-7) y 3-6, y avanzó a la segunda ronda, con lo que confirma sus ansias de no abandonar el profesionalismo.
El tenista ha logrado cinco títulos ATP en singles, y 18 en dobles. El último fue en el Abierto de Australia del verano pasado, cuando junto al canadiense Daniel Nestor obtuvo su segundo Grand Slam en la categoría dobles.
A Setepanek se le calienta la sangre cuando representa a República Checa. En esos partidos pareciera elevar su nivel, algo similar a lo que ocurría con Nicolás Massú en Chile. Junto al equipo checo logró el título de la Copa Davis en el 2012 y 2013. En una entrevista al The Times of India, en el 2015, el veterano tenista decía: "Cuando me pongo la camiseta checa con el león, me convierto en un jugador diferente. Me hace sacar lo mejor de mí. Incluso en partidos difíciles, donde estaba lesionado o no me sentía bien, he sido capaz de hacer una gran actuación y ganar".
El diestro que se encuentra en el puesto 102 del ranking ATP. Mantiene un estilo de juego que algunos pueden catalogar como antiguo, y casi obsoleto, que es el de atacar cerca de la red; una aguerrida actitud en cancha que conlleva adversidades, pero que a Stepanek le ha dado éxito.
El eslavo dijo al medio Sport360.com, antes del inicio del torneo de Australia, que "aún no veo la línea de meta". Sobre su perseverancia y forma de vivir, expresó: "Me tomo la vida según me viene, siempre peleo lo mejor que puedo y creo que he sido lo suficientemente humilde para darme cuenta de donde estoy y de que nunca me he venido abajo, incluso cuando caí al 400 o 500 en el ranking".