El invierno de lujo de Stéphane Rolland se vestirá generalmente de negro, azul, gris o beige y dará a las piernas un papel principal, al enfundarlas en medias opacas, bordadas como verdaderas joyas y colocarlas sobre zapatos de altísimo tacón y plataforma.
Delicados conjuntos de minifalda por delante y túnica o cola por detrás, confeccionados con materias primas tan etéreas como la seda y la muselina, adornados con asimetrías y cinturones joya, monocolores o bicolores, con volúmenes crecientes a partir de las rodillas o en hombros y mangas fueron algunas de sus características.
Con Rolland, el negro vestirá momentos muy sofisticados el invierno que viene, junto con un azul noche un tanto explosivo, que en ocasiones se transformará en negro a lo largo del vestido, al mismo tiempo que de la silueta, hasta entonces entallada, surgirán universos insondables, casi como ciudades de rascacielos, en forma de volantes bordados o drapeados.
INVITADO
En calidad de "miembro invitado" de la Cámara de la Costura francesa, la casa de modas Lefranc-Ferrant utilizó la arquitectura y la ingeniería para estructurar una colección en la que los conjuntos serán principalmente monocolores.
En ocasiones hubo intensos estampados, siempre a juego con zapatos de tacón, inspirados en caligrafías japonesas.
El confort y la simplicidad de una sandalia acompañó también a menudo los diseños aptos para la noche, de falda larga abierta por delante combinada a una blusa blanca, vestidos largos con escote palabra de honor o conjuntos pantalón drapeados asimétricamente.
Además del negro, el blanco y los estampados, la paleta Lefranc-Ferrand fue acidulada e intensa, hecha de tonos coral, amatista y verde absenta, para teñir muselinas de seda, algodón o gazar y dar forma a una silueta en la que resaltan levemente los hombros, sin exageraciones, los escotes profundos, estos sí, muy osados a veces, y los cortes anatómicos.
Armani mostró sus diseños en el Espacio Vendôme. Escote palabra de honor, vestidos de noche resaltando la silueta femenina, a menudo enteramente bordados, de colores suntuosos, como oro viejo, plata o dorados, llenaron su pasarela, en presencia de Claudia Cardinale, Amber Le Bon, Claire Danes y Hugh Dancy entre sus invitados de honor.
CALENDARIO
Por otro lado, dentro del calendario pero en cierta forma fuera, la firma Givenchy mantuvo su idea, anunciada hace unos días en la prensa anglosajona, de no hacer un gran desfile sino presentar los modelos de Riccardo Tisci, su modisto titular, previa cita.
Tisci subrayó que no es la crisis la que hizo reducir a diez el número de trajes elaborados para la ocasión, ni tampoco evitar la pasarela, pues la nueva modalidad elegida resulta más costosa aún que organizar un ya carísimo desfile de alta costura.
Se trata de no hacer un desfile más, sino una alta costura "todavía más especial" y que su público pueda disfrutarla de cerca, resaltó el modisto.
Otro desfile otro concepto, Christophe Lemaire, futuro director artístico de Hermes para suceder a Jean-Paul Gaultier al frente de la suntuosa firma de pret-à-porter, presentó hoy su colección personal, mixta, destinada a hombres y mujeres, no del invierno que viene sino del verano 2011.
Sus modelos fueron "muy Hermes, muy estructurados", comentó la experta en moda alemana Helga Nuñez, esposa del arquitecto español Manolo Nuñez.
Igualmente fuera del calendario oficial, la firma coreana Lee Young Hee, amante de reunir tradición e innovación, materiales tradicionales unidos a un corte adaptado a la vida actual, presentó un desfile "acontecimiento".
Además, el modisto Eric Tibuch presentó una colección titulada "leyenda", llena de exotismos, cuero, piel de cocodrilo, escotes osadísimos y accesorios muy especiales, en particular en forma de voluminosos cuernos, como adorno dominante de toda cabellera femenina que se precie.