El científico británico Stephen Hawking subrayó hoy la importancia de investigar a fondo las aplicaciones de la inteligencia artificial en la inauguración de un centro destinado a ese fin en la universidad inglesa de Cambridge.
"El surgimiento de una poderosa inteligencia artificial será lo mejor o lo peor que le haya pasado a la humanidad, todavía no lo sabemos", advirtió el académico durante el acto.
"La investigación que llevará a cabo este centro será crucial para el futuro de nuestra civilización y de nuestra especie", añadió.
El Centro Leverhulme para el futuro de la inteligencia (CFI, por sus siglas en inglés), que goza de una beca de 10 millones de libras (12,2 millones de dólares) de la británica Fundación Leverhulme, resulta de una colaboración entre varias universidades del Reino Unido y Estados Unidos.
Según su directiva, la misión es "crear una comunidad interdisciplinar de investigadores" que trabajará estrechamente con las empresas y el Gobierno y tratará de dirimir, entre otras cosas, "los riesgos y los beneficios a corto y largo plazo" de la inteligencia artificial.
El director académico del centro, Huw Price, dijo que la creación de máquinas inteligentes es un hito de la humanidad y este centro intentará que "el futuro sea lo mejor posible".
El CFI analizará las consecuencias del rápido desarrollo de máquinas inteligentes, como robots o coches sin piloto, que, aunque ofrecen soluciones a desafíos de la vida cotidiana, también plantean riesgos y dilemas éticos, pues se teme que la inteligencia artificial pueda llegar a superar a la humana.
"Las aplicaciones prácticas (de la inteligencia artificial) nos pueden ayudar a abordar problemas sociales importantes y facilitar muchas tareas", afirmó la investigadora Margaret Boden en la presentación de hoy.
"Pero también tiene sus limitaciones, que plantean graves peligros si se hace un mal uso", advirtió.
El CFI "pretende prevenir estos peligros, al guiar el desarrollo de la inteligencia artificial para beneficio de los humanos", manifestó.
En una primera fase investigadora, el nuevo centro abordará varios proyectos, que incluirán la regulación de armas autónomas, innovación responsable, transparencia en algoritmos y un análisis de las consecuencias de la inteligencia artificial para la democracia.