El líder de Aerosmith, Steven Tyler, tratará de aportar su lado más rockero en el programa American Idol, donde a partir de hoy se le podrá ver como un duro juez de los aspirantes a convertirse en la nueva estrella de la música en la décima temporada del reality cazatalentos.
"Voy a traer mi elemento rockero y mi personalidad, pero tengo buen oído para todo tipo de música", dijo ayer en Nueva York el legendario cantante, quien aseguró que buscará "el espíritu de la voz, pero también sus imperfecciones, porque no todos los grandes cantantes se pueden convertir en estrellas del rock".
El músico, que formó la exitosa banda Aerosmith hace más de cuarenta años, fue elegido el pasado septiembre como juez del famoso programa junto a la cantante Jennifer López, con la que se unirá al ya veterano Randy Jackson para encontrar al próximo "ídolo americano".
"Randy y yo nos caímos bien desde el primer momento. Tenemos tantas cosas en común que parece que nos separaron al nacer", dijo el líder de Aerosmith sobre su compañero de jurado, mientras que sobre López aseguró haberse "enamorado de ella" desde que vio su película "Back-up Plan".
"Lo más difícil para mí ha sido juzgar a jóvenes que creo que tienen una gran voz. Ser honesto y abierto con ellos me tomó un poco de tiempo, pero ya me estoy acostumbrando y la verdad es que es muy divertido", explicó Tyler.
El nuevo jurado de American Idol, que reveló que permanecerá en el espacio durante más de un año, afirmó que en el programa se comportará de la manera en la que ha "crecido" él mismo, siendo un "duro crítico" de su propia voz y banda.
Sin embargo, Tyler manifestó que se arrepiente de haber hecho comentarios demasiado duros las primeras semanas de audiciones y que su mayor esperanza ahora es "encontrar a un joven que sea capaz de hacerse con el escenario".
El padre de la actriz Liv Tyler, quien en diciembre de 2009 tuvo que ser ingresado en una clínica de rehabilitación, dijo que no se arrepiente de su pasado y que da gracias por haber logrado recuperarse de sus adicciones.
"Todo lo que me ha pasado en la vida me ha convertido en lo que soy y estoy orgulloso de mis cicatrices. Las he enseñado durante los cuarenta años que he estado en Aerosmith y por eso a la gente le gusta mi música", manifestó el cantante.