Este domingo fue el debut de la séptima temporada de The Walking Dead: un regreso que tenía a sus fanáticos a la espera del desenlace fatal donde uno de los compañeros del grupo liderado por Rick Grimes (Andrew Lincoln),  moría a manos del despiadado Negan (Jeffrey Dean Morgan).

Para sorpresa del público, fueron dos los miembros del equipo que fueron brutalmente asesinados por el villano y su bate con púas: Abraham (Michael Cudlitz) y Glenn (Steven Yeun).

Aunque la muerte de este último fue más predecible  pues es parte de lo que ocurre en la historieta de Robert Kirkman en que se basa la serie, su partida es algo que ni él ha podido sopesar. Entrevistado por Entertainment Weekly, el actor señaló: "Esto es algo que quizá sentiré en un par de meses", declaró al medio. "O quizás lo procesaré el próximo año. Tal vez lo haré cuando tengo 45 años y de repente empiece a llorar en mi cocina y no pueda explicar el por qué", agregó.

La estrella de 32 años dijo sentir una mezcla de sentimientos encontrados al dejar el set de grabación y saber que no volvería. "Sentí algo de alivio al cerrar un capítulo, también algo de orgullo al mirar a atrás y ver todas las cosas de las que fui parte, tristeza al saber que no iba a trabajar con estas personas de la misma manera y confusión porque no sabía donde poner todo eso porque debía mantenerlo en secreto", explicó.

Además, el actor que dejará la serie tras seis años, reveló que parte de su familia no quiso ver el capítulo por la crueldad de las imágenes.