Quizás no es el nombre que convertirá a la Quinta Vergara en una caldera, que hará sudar a los programas de farándula o que tendrá a hordas de fans exaltados. Pero de algo no cabe duda: Sting, y el experimento sinfónico que abre la jornada de hoy, es la carta más estelar de Viña 2011.
El inglés aterrizó ayer cerca de las 20 horas en un vuelo LAN 637 proveniente desde Lima, su última escala antes de llegar a la Ciudad Jardín. Sin emitir palabras, el cantante sólo saludó a lo lejos a cuatro fans que lo esperaban y se subió a un Mercedes Benz negro, para luego trasladarse al Hotel del Mar, donde se alojará en la V Región. Al llegar, bajó de inmediato a un sillón ubicado en el bar y pidió una copa de vino chileno. Estuvo apenas unos minutos. Luego, de vuelta a su habitación para guardar fuerzas.
Porque hoy, cerca de las 13 horas, hará una conferencia de prensa bajo coordenadas definidas: no se aceptarán medios ligados a la farándula, ya que los gestores de su visita pidieron que la cita sólo merodeara las preguntas artísticas. Tras el protocolo, Sting ensayaría junto a los 45 músicos de la Orquesta Sinfónica de Chile, que lo acompañarán en su nuevo paso por la Quinta tras su debut con The Police, en 1982.
Si lo de Sting fue tranquilo y en plan de descanso, lo de su aparataje orquestal fue más ajetreado. Bajo la batuta de Steven Mercurio, reputado director que ideó junto al cantante el disco Symphonicities (2010) y que llegó ayer al mediodía a Santiago, el grupo ensayó en el teatro de la Universidad de Chile en un ritmo que fue de 14 a 17 horas y de 18 a 21 horas.
Intenso, pero productivo, ya que se aprovechó de definir el set definitivo que mostrará en la cita. "Serán 17 temas, lo que incluye un instante de Sting sólo con guitarra. Estarán repartidos en 80 minutos", precisa Mercurio a La Tercera, mientras se paseaba afinando detalles dentro del reducto de Plaza Italia.
Mercurio además adelanta que el show tendrá un emotivo bonus track: como homenaje a Chile, el cantante decidió incluir el tema They Dance Alone (Cueca solo), tema que editó en 1988 y que compuso precisamente dedicado a las mujeres chilenas que despliegan el ritual de bailar cueca frente a las imágenes de sus esposos desaparecidos. Además, es una de las canciones más emblemáticas interpretadas durante el evento de Amnistía Internacional de 1990, donde participó el británico.
"Hace dos semanas, mientras estábamos de gira por Australia, él me propuso hacer algo exclusivo para Chile. Comenzamos a preparar los arreglos y llegamos a una versión muy fina, bellísima. Será algo especial, es la primera vez en todo el tour que la haremos", adelanta Mercurio.
El espectáculo comenzará con con If I ever lose my faith in you -de su vida solista- y seguirá con Every little thing she does is magic, clásico de The Police que, coincidentemente, también tocó en su primera vez en el Festival. Luego pasarán himnos como Roxanne o Next to you, para finalizar con una versión casi a capela, apenas sostenida por una guitarra acústica, de otro clásico del trío, Message in a bottle. "Es un show ideal para TV, porque está lleno de colores y grandes momentos. Es melódico y a momentos casi celestial", cierra el arreglista.